El nuevo gabinete de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, el tercero en 16 meses, buscará este miércoles obtener un crucial voto de confianza en el Congreso que le permita seguir en funciones pese a un escándalo de relojes de lujo que hace tambalear al Gobierno.
El flamante presidente del consejo de ministros, Gustavo Adrianzén, comenzó cerca de las 09:20 horas (11:20 en Chile) a exponer ante el pleno del Parlamento unicameral la política general que desarrollará, tras lo cual se abre un debate antes de votar por lo que la sesión puede prolongarse muchas horas.
El Congreso está controlado por una mayoría de partidos de derecha y ultraderecha, sostén de Boluarte, quien carece de bancada propia.
La Constitución estipula que los nuevos gabinetes deben recibir el voto de confianza del Congreso 30 días después de su nombramiento. Si es negado, Boluarte deberá nombrar uno nuevo.
El gobierno necesita el respaldo de la mitad más uno de los legisladores que asistan a la sesión del pleno. En total hay 130 congresistas.
Adrianzén, un abogado de 57 años que fue embajador ante la OEA, cambió a seis ministros el lunes, varios de ellos cuestionados por el Congreso. El 6 de marzo reemplazó a Alberto Otárola, quien dimitió arrastrado por un escándalo de supuesto tráfico de influencias.
El jefe de gabinete acude en medio de la investigación que la fiscalía lleva contra Boluarte por presunto enriquecimiento ilícito, a raíz de
un número indeterminado de relojes Rolex y joyas que no declaró entre sus bienes.
Con Boluarte son seis los presidentes salpicados por casos de corrupción en lo que va del siglo XXI. Desde 2016 Perú ha tenido seis mandatarios.
El poder del Congreso
Un rechazo debilitaría su frágil gobierno, golpeado por el 'Rolexgate', como la prensa bautizó el caso que estalló a mediados de marzo luego de una denuncia periodística del medio digital La Encerrona.
El escándalo detonó cuando su popularidad no supera el 10% en las encuestas.
Hay indicios de que
la derecha dará la confianza para evitar una escalada que pueda acarrear un adelanto de elecciones generales antes de la fecha prevista, en 2026.
"Debemos dar el voto de confianza para garantizar la gobernabilidad. Estamos en una situación de crisis", dijo a periodistas el congresista Jorge Montoya, del partido Renovación Popular.
Desde la minoritaria izquierda aseguran que votarán "en contra de la confianza", dijo a la radio RPP la parlamentaria Sigrid Bazán.
Escenarios del Rolexgate
La Presidenta explicará este viernes a la fiscalía la procedencia de su colección, pero su suerte más que de la justicia depende del Congreso, donde la izquierda promueve su destitución.
Boluarte, de 61 años y que asumió el poder en diciembre de 2022 en reemplazo del destituido y encarcelado Pedro Castillo tras un autogolpe fallido, será escuchada por los fiscales por primera vez desde que la policía allanó su vivienda y despacho presidencial el 30 de marzo.
Su futuro "es incierto, a pesar de que se juega por dos cuerdas separadas que son la judicial y la política", dijo a la AFP el analista
Augusto Alvarez Rodrich.
La fiscalía solo puede investigarla ocho meses, desde que empezó en marzo. Para acusarla deberá esperar a que concluya su mandato en julio de 2026, según fija la Constitución.
Así que sería en "el terreno político, el Congreso, donde se decidirá si ella permanece en la presidencia", subrayó Alvarez.
La fiscalía ya investiga a Boluarte desde 2023 por los presuntos delitos de "genocidio, homicidio calificado y lesiones graves", por la muerte de más de 50 civiles "durante las movilizaciones sociales entre diciembre de 2022 y enero de 2023" que pedían su renuncia y adelanto de elecciones.
El Parlamento comenzó a tramitar el lunes una moción de vacancia (destitución) por
"permanente incapacidad moral" presentada por Perú Libre, partido izquierdista al que perteneció Boluarte. El pedido es apoyado por 30 congresistas, pero para ser admitido a debate requiere más de 50 votos de los 130 legisladores.
Solo después se iniciaría un juicio político. Para destituirla, se requiere reunir más de 86 votos. La izquierda ya presentó dos mociones de vacancia contra Boluarte, pero ninguna fue admitida a debate.