Israel continuó este lunes sus operaciones en la Franja de Gaza, llevando a cabo decenas de bombardeos, al tiempo que la comunidad internacional espera su respuesta al ataque sin precedentes de Irán, que avivó el temor a una escalada regional.
Irán lanzó la noche del sábado un ataque con drones y misiles, en respuesta a un bombardeo contra su consulado en Damasco, el 1 de abril, que atribuyó al Estado hebreo.
Israel aseguró que el ataque "fue frustrado"
pero Irán consideró "el asunto zanjado", advirtiendo a su archienemigo contra cualquier "comportamiento imprudente" que pudiera desencadenar una reacción "mucho más fuerte".
Ante la cuestión de las represalias israelíes, el primer ministro Benjamin Netanyahu convocó este lunes a su gabinete de guerra, después de una reunión la víspera en la que, según los medios locales, no se tomó ninguna decisión.
Estados Unidos, aliado de Israel, dijo el domingo que no quiere "una guerra más amplia con Irán", y un funcionario insistió en que no participarán "en ninguna acción potencial" de Israel.
"No apoyamos un ataque en represalia", declaró por su lado el lunes el canciller británico,
David Cameron, a la BBC.
Y el Presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se evite una "conflagración", un llamado compartido por buena parte de la comunidad internacional.
"Ni por un instante"
Por ahora, el Ejército israelí afirmó que el ataque iraní del fin de semana no lo desviará de su objetivo de eliminar al movimiento islamista palestino Hamás, aliado de Irán, en la Franja de Gaza.
La guerra estalló a raíz del ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, cuando mataron a unas 1.170 personas, en su mayoría civiles, según datos oficiales israelíes.
También tomaron 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y lanzó una ofensiva que ya dejó 33.797 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por el movimiento islamista.
"A pesar de los ataques de Irán, no hemos perdido de vista -ni por un instante- nuestra misión esencial en Gaza, que consiste en salvar a nuestros rehenes en manos de Hamás", declaró Daniel Hagari, portavoz del ejército israelí.
Antes del amanecer, decenas de bombardeos golpearon el sector de Jan Yunis, en el sur de la estrecha Franja. Dieciocho cadáveres fueron recuperados de entre los escombros y trasladados a un hospital, informó la Defensa Civil.
Netanyahu sigue decidido a lanzar
una ofensiva terrestre contra Rafah, ciudad del extremo sur de Gaza señalada como el último bastión de Hamás, pese a las advertencias de Estados Unidos y otros países, que temen un baño de sangre.
Según la ONU, cerca de millón y medio de gazatíes desplazados por la guerra se encuentran hacinados en Rafah, en su mayoría en campamentos improvisados.
"Apreciar la moderación" de Irán
Varios analistas consideraron que es casi inevitable que Israel responda al ataque iraní.
"La gran pregunta no es solo si Israel va a actuar, sino también qué decidirá hacer", declaró a AFP una autoridad estadounidense.
En la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada de urgencia el domingo, el secretario general,
António Guterres, advirtió que "ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras" y advirtió que
"Medio Oriente está al borde del abismo".
El embajador israelí, Gilad Erdan, reclamó en la reunión que el Consejo de Seguridad imponga "todas las sanciones posibles a Irán antes de que sea demasiado tarde".
Por su parte, el portavoz de la cancillería iraní, Nasser Kanani, declaró el lunes que las potencias occidentales deberían "apreciar la moderación de Irán de los últimos meses", "en lugar de verter acusaciones".
La República Islámica de Irán llama a la destrucción de Israel, Estado que no reconoce, pero hasta el sábado se había abstenido de atacarlo directamente.
Sus aliados, el Hezbollah libanés y los rebeldes hutíes de Yemen, llevaron a cabo numerosos ataques contra Israel desde el inicio de la guerra en Gaza.
El lunes, Hezbollah afirmó que activó "artefactos explosivos" al paso de soldados israelíes que, según dijo, cruzaron la frontera con Líbano.
El Ejército indicó que cuatro soldados resultaron heridos, sin confirmar que hubiesen cruzado la frontera.