Manifestantes se han congregado en las afueras de la sede de las negociaciones en Ottawa.
AP
Las negociaciones para el desarrollo de un tratado de la ONU sobre la contaminación plástica que concluirán este lunes en Ottawa están alargándose a la espera de lograr avances en temas como los tipos de plásticos que serán controlados o la financiación de las medidas a adoptar.
Fuentes consultadas por EFE este lunes señalaron que las reuniones de los distintos grupos y subgrupos, cuya conclusión estaba prevista para las 18:00 horas, probablemente seguirán hasta la medianoche.
Representantes de 173 países y centenares de organizaciones están reunidos en Ottawa desde el 23 de abril hasta este lunes en la cuarta ronda del
Comité Intergubernamental de Negociación de la ONU (INC-4) que tiene como objetivo acordar el texto de un tratado que se debería aprobar a finales de año en la ciudad surcoreana de Busan.
El objetivo de Canadá, los anfitriones de la ronda negociadora, es que en Ottawa se llegue a un consenso del 70% del borrador del tratado, que en estos momentos cuenta con unas 80 páginas que en su mayoría no tienen acuerdo. El resto se concluiría en la INC-5, en Busan.
Uno de los principales temas de negociación en Ottawa es el listado de químicos, polímeros y otros productos que deben ser controlados así como sus efectos sobre aquellos países que decidan no unirse al tratado.
Los países también tienen que decidir si aprueban trabajos entre las reuniones de Ottawa y de Busan, tal y como piden las organizaciones ecologistas, para avanzar la aprobación del texto final.
En este sentido, el presidente de las negociaciones, el diplomático ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso, propuso la creación de dos grupos para trabajar entre sesiones en la implementación del acuerdo y en el listado de sustancias químicas más preocupantes que se necesitarán controlar.
El tratado es considerado uno de los más importantes de las últimas décadas para atajar una sustancia que conecta las crisis climática, medioambiental y de biodiversidad.
Entre 1950 y 2019 la producción mundial de plástico, que en un 99% depende de los combustibles fósiles que causan las emisiones con efecto invernadero, pasó de 2,2 millones de toneladas anuales a 460 millones de toneladas. Se prevé que la cifra llegará a 1.500 millones para 2050 si no se establecen límites.