Las declaraciones del gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, en torno a la creación de un barrio rojo para regular la prostitución reabrieron un debate que ha sido discutido por diversas autoridades en distintos periodos, sin lograr llegar a un consenso.
Entre sus argumentos, Orrego manifestó que la regularización de esta actividad existe en "muchas ciudades del mundo" y que es "mejor que lo que está ocurriendo hoy en día", donde escenarios familiares y edificios residenciales se ven cara a cara con esta actividad.
A pesar de que el ejercicio de la prostitución en nuestro país es legal, la mayoría de las actividades que lo rodea, son ilegales y penalizadas: el proxenetismo (obtener beneficios económicos por la prostitución de otra persona), el lenocinio (explotación de la prostitución ajena) y el tráfico de personas que tenga como objetivo la explotación sexual. Además, en Chile es ilegal poseer o administrar un establecimiento donde se facilite la prostitución.
Es cierto que desde tiempos inmemorables existe registro de ciudades en el mundo en el que el trabajo sexual se ha agrupado y los ejemplos son palpables en la actualidad. Amberes en Bélgica, Leeds en Inglaterra, París en Francia, Hamburgo en Alemania, Tokio en Japón y, el más famoso, Ámsterdam en Holanda.
En todas estas ciudades existen los llamados barrios rojos, lo que se refiere a un área donde se concentra la prostitución, los cuales mantienen cierta regulación, siendo ese el objetivo: tener más control de la actividad.
Ámsterdam es sin duda el ejemplo más famoso. Con los locales a orilla de los canales y las trabajadoras sexuales exhibiéndose en las vitrinas, donde son vistas por los transeúntes. Como toda área urbana, cuenta con la presencia de personal policial y con cámaras de seguridad en sus calles. El turismo sexual se convirtió en un negocio rentable para el país, el que en 2017 ya aportaba cerca de US$107 millones al año.
En Países Bajos, la prostitución es legal desde 1911, y desde ese entonces están obligadas a declarar sus ingresos y a pagar impuestos.
A pesar de que, en específico, la prostitución no es legal en Japón, otras formas de comercio sexual si lo son. Es de esta manera como Kabukicho, calificado como "el barrio rojo por excelencia de todo Japón", funciona en el país, el que además de lugares destinados a la denominada "entretención para adultos", tiene bares y discotecas.
En Alemania, los barrios rojos más conocidos son dos: Reeperbahn en Hamburgo y Pascha club en Colonia, el primero es famoso dentro del país, mientras que el segundo es reconocido en toda Europa, ambos cuenta con patrullaje regular y cámaras de seguridad. En Alemania, tanto las trabajadoras sexuales y los establecimientos para que realicen su labor están sujetos al pago de impuestos y a las regulaciones municipales locales.
Origen del termino "barrio rojo"
En la actualidad, el termino "barrio rojo" se comprende sin necesidad de explicación: nos dirige a los conocidos burdeles o a los establecimientos relacionados con el trabajo sexual.
Diversas son las teorías que se bajaran de su origen. Una de las más populares apareció en 1890 en Estados Unidos y se relaciona con los trabajadores de ferrocarril. Al parecer, estas personas tenían lámparas con dos colores para la señalización de los trenes: blanco y rojo. A la hora de visitar los burdeles, dejaban sus lámparas encendidas fuera del local, con el rojo mirando hacia la calle, de esta manera, el lugar se convertía en una zona roja.
Otra teoría, que se complementa con la anterior, es que
históricamente las casas de prostitución son iluminadas con luces rojas, con el objetivo de indicar la ubicación de los burdeles y diferenciarlos de los demás locales, de esta manera, el termino "barrio rojo" con el paso del tiempo se ha asoció con las áreas donde esta actividad se desarrolla de manera prominente.
Turismo sexual
Esta práctica ha desencadenado lo que se conoce como "turismo sexual", donde personas viajan a destinos con el objetivo de participar de actividades sexuales comerciales, lo que -muchas veces- implica el pago por estos servicios, es decir, la prostitución.
De hecho, han surgido diversas advertencias en torno a este turismo. Un ejemplo es Colombia, donde si bien las visitas al país dinamizan la economía y generan empleo, se tradujo en un incremento en viajeros con este interés. Llegó a tal nivel, que en enero de este año, la embajada de EE.UU. en el país emitió un boletín donde alertaba a sus ciudadanos sobre las aplicaciones de citas, ya que este era el medio utilizado por los delincuentes para robar.
Lo anterior se tradujo en un aumento en el robo a extranjeros en un 200% en el tercer trimestre del 2023.
Las autoridades colombianas lamentaron lo anterior, sin embargo, también solicitaron poner fin a este tipo de turismo, asegurando que no querían personas que fueran a "explotar sexualmente" a sus ciudadanos.
Factores que incitan a la proliferación de los barrios rojos
Son diversos los factores que avivan la prostitución, uno de ellos la migración y la dificultad que puede presentarse en el país destino para encontrar trabajo. La situación se complica aun más si la migración es de manera irregular, ya que para trabajar en el territorio nacional es necesario que estas personas acrediten previamente su residencia o permanencia legal en el país.
A lo anterior se le suma la falta de redes en Chile para las personas migrantes, quienes abandonan sus países por nuevas oportunidades
laborales y muchas veces con la necesidad de solventar a personas bajo su cuidado, por lo que se convierte en imperativo encontrar una fuente de ingresos de manera rápida.
Otro factor es el desempleo, en el caso de nuestro país, la tasa de desempleo ha aumentado constantemente durante 16 meses. De hecho, según las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la tasa de desempleo en Chile se ubicó en 8,5%, durante el trimestre diciembre de 2023 -febrero de 2024.
Finalmente, la proliferación de los barrios rojos se encuentra relacionado al aumento en el número de personas que se dedican a la prostitución, ya que surge como el intento de las autoridades por regular estos servicios y centralizarlos en una zona.
