La independencia, que había monopolizado anteriores disputas electorales en Cataluña (norte de España), pierde peso frente al debate sobre los pactos poselectorales y cuestiones de política interior en la recta final de la campaña de las elecciones regionales del próximo 12 de mayo.
En las últimas apariciones de los candidatos en los medios de comunicación y en los actos de campaña, el omnipresente conflicto independentista cedió espacio a asuntos de gestión, como la sequía que azota Cataluña, la financiación regional, infraestructuras, inmigración, educación y sanidad.
Pero el tema ineludible en todas y cada una de las entrevistas que conceden los candidatos es la incertidumbre sobre los posibles pactos entre partidos para alcanzar mayorías suficiente que permitan gobernar.
Los difíciles pactos poselectorales centran la campaña
Las últimas encuestas vaticinan de manera unánime la victoria del Partido Socialista de Salvador Illa con mayoría simple, por lo que necesitará el apoyo de los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), cuyos votantes son reacios a cualquier acercamiento con el PSC, al que consideran poco sensible hacia el sentimiento nacionalista de buena parte de la población.
La otra opción es
un gobierno independentista liderado por el ex presidente de la Generalitat
Carles Puigdemont, cuyo partido, Junts per Catalunya (JxCaT), está segundo en los sondeos y subió tres puntos en las encuestas desde el inicio de la campaña.
No obstante, los tres partidos independentistas -los conservadores de JxCaT, la izquierda de ERC y los anticapitalistas de la CUP- no suman mayoría en la mayor parte de los análisis y, además, tienen serias diferencias entre ellos que tendrían que limar antes de pactar.
La caza del voto indeciso
Así las cosas, los partidos se lanzaron a la caza del voto indeciso y mientras los socialistas llaman a la movilización, convencidos de que los altos índices de participación les benefician, los diferentes partidos independentistas marcan distancias con los socialistas para concentrar el voto nacionalista.
Por su parte,
las formaciones de derechas contrarias a la independencia -PP, Vox y Ciudadanos- tratan de arañar votos a los socialistas a cuenta de
la ley de amnistía que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) impulsó en el Congreso español tras conseguir el apoyo de los independentistas para su investidura. De todos modos, a diferencia del debate nacional, este tema no tiene asidero en Cataluña.
A pesar de los esfuerzos de última hora de los tres líderes mejor posicionados para captar votos y tener más fuerza en el escenario poselectoral, el fantasma de una repetición electoral sobrevuela el ambiente y el líder socialista catalán alertó ayer de un posible "bloqueo" a su investidura como presidente.
La política española pendiente de Cataluña
Los resultados de las elecciones catalanas también son clave para la gobernabilidad de España porque Pedro Sánchez es Presidente gracias al apoyo de los partidos independentistas.
Puigdemont ya advirtió en precampaña que si los socialistas catalanes se apoyan en el PP para evitar un presidente independentista en Cataluña, habrá "consecuencias" para el Gobierno de Pedro Sánchez.
A pesar de ello, Sánchez está volcado en la campaña catalana consciente de que una victoria de los socialistas catalanes avala su gestión.
También la presencia del principal líder de la oposición española, el conservador Alberto Núñez Feijóo, es constante en Cataluña, escenario al que trasladó su pulso político con los socialistas.
Cierre de campaña en Francia
Por su parte, el cabeza de lista de JxC, Carles Puigdemont, huido de la Justicia española desde 2017, año en que aprobaron la fracasada declaración unilateral de independencia, hace sus actos de campaña en el sur de Francia.
Una situación inédita que culminará el viernes con un acto de cierre de campaña en Elna (Francia).
El resto de partidos también están preparando con detalles sus últimos movimientos y convocatorias, en unas elecciones en las que nada está decidido de antemano y los indecisos son decisivos.
