Nayib Bukele será investido Presidente de El Salvador este sábado para un segundo mandato consecutivo que logró tras ganar los comicios de febrero pasado con un respaldo electoral de más del 85%, esto pese a que la Constitución no permite la reelección en el país centroamericano.
Bukele, próximo a cumplir 43 años y un empresario de profesión, tomará posesión de su cargo para el periodo 2024-2029 entre críticas de algunos sectores, como la oposición y organizaciones no gubernamentales, por ciertas acciones que han marcado su primer quinquenio, como su entrada al Congreso con militares armados, la implementación de un régimen de excepción para combatir a las pandillas o la adopción del bitcoin como moneda de curso legal.
El Mandatario, que obtuvo a finales de noviembre del año pasado un permiso de seis meses por el Congreso para que se dedicara a su campaña política y que concluye este viernes, tendría a partir del sábado que buscar
soluciones a corto plazo para mejorar la economía del país, el principal problema de los salvadoreños según diversas encuestas. No obstante,
su popularidad sigue en niveles altísimos, principalmente gracias a su política de seguridad.
La investidura está programada para que comience a las 08:00 hora local (10:00 horas en Chile). El presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, instalará una sesión extraordinaria para imponer la banda presidencial a Bukele y luego el mandatario brindará un discurso.
La Plaza Capitán General Gerardo Barrios, conocida como plaza Cívica y ubicada en el corazón de la capital salvadoreña, será el escenario que acogerá el evento, en el que estarán presentes el rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Argentina, Javier Milei, y de Ecuador, Daniel Noboa, entre otros invitados.
Esta será la primera vez que Felipe VI viaje a El Salvador desde que es rey, puesto que la última fue como príncipe, el 1 de junio de 2014, para asistir a la toma de posesión del entonces presidente, Salvador Sánchez Cerén (2014-2019).
Para Milei, en tanto, será la primera vez que asista a la toma de posesión de otro presidente desde que llegó a la Casa Rosada el pasado 10 de diciembre, así como su primer viaje oficial a otro país de Latinoamérica.
El evento del sábado será el primer encuentro entre ambos líderes, protagonistas del giro político regional, después de que el Mandatario salvadoreño no asistiera a la asunción del economista libertario en Buenos Aires en diciembre.
Noboa, por su parte, ha sido recurrentemente comparado en los últimos meses con Bukele por su política de "mano dura" contra el crimen organizado, al que declaró la "guerra" mediante la figura de un "conflicto armado interno", con el que el Gobierno pasó a catalogar a las bandas criminales como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.
Sin embargo, en una reciente entrevista con EFE, Noboa se desmarcó de las comparaciones con su par salvadoreño al comentar que sus líneas de gestión van más allá de combatir la crisis de violencia e inseguridad que vive el país y que también están enfocadas en promover la creación de empleo.
A estos mandatarios se sumarán el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quien liderará la delegación de su país para la investidura, y los presidentes de Paraguay, Santiago Peña; de Costa Rica, Rodrigo Chávez, y la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
Además asistirán representaciones de Chile, Uruguay, Perú, República Dominicana y Brasil, entre otros.
Los que no participarán en el evento son los representantes de partidos de oposición salvadoreños. La diputada Marcela Villatoro, que junto a su colega Francisco Días representa a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) en el Congreso, aseguró que "no asistiría".
"Nosotros creemos que debemos ser consecuentes y congruentes con lo que hemos denunciado y también representamos a una parte de la población que no está de acuerdo en cómo se están haciendo las cosas por parte de este Gobierno", dijo Villatoro.
Claudia Ortiz, diputada del partido minoritario Vamos (centro derecha), aseguró que juró "cumplir y hacer cumplir la Constitución", por lo que "no es adecuado (asistir), sería contrariar ese juramento, participar en un evento donde precisamente s
e está cometiendo una grave violación a la Constitución".
El último antecedente de un presidente que buscó y logró la reelección inmediata en El Salvador se dio bajo la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez, quien gobernó entre 1931 y 1944.