Dos niños de doce años fueron declarados culpables este lunes por un tribunal británico de matar con un machete a un adolescente, convirtiéndose en las personas más jóvenes condenadas por asesinato en Reino Unido en más de tres décadas
Tras un juicio que duró un mes en un tribunal de Nottingham, en el centro de Inglaterra, los miembros de un jurado los declararon culpables por unanimidad.
Los niños negaron los hechos y durante el juicio intentaron acusarse mutuamente de la responsabilidad del asesinato.
El 13 de noviembre pasado, los dos niños, cuyas identidades no pueden ser reveladas por motivos legales, mataron a machetazos a Shawn Seesahai, de 19 años, que se encontraba con unos amigos en un parque de Wolverhampton, una localidad situada a unos 100 kilómetros de Nottingham.
La víctima, nacida en la isla caribeña de Anguila y que viajó a Reino Unido para tratarse un problema ocular, fue golpeado primero en el hombro por uno de los dos acusados, que llevaba un machete con una hoja de más de 42 centímetros, antes de ser golpeado de nuevo, pisoteado y asesinado.
La policía encontró el machete debajo de la cama de uno de los dos niños, con rastros de haber sido limpiado con lejía.
Los dos niños se convierten en los condenados por asesinato más jóvenes en el Reino Unido desde 1993, cuando Robert Thompson y Jon Venables, de diez años de edad, fueron sentenciados por matar a James Bulger, de 2 años, en un caso que conmocionó a este país.
Estos menores podrían incluso ser las personas de menor edad en cometer una muerte con arma blanca, según los medios locales.
La edad de responsabilidad penal en Inglaterra y Gales está fijada en los diez años.
La sentencia se pronunciará más adelante, aunque los menores de edad reciben un trato diferente a los adultos, como purgar la pena en centros específicos y no en prisiones.
Reino Unido conoce un aumento de la violencia con arma blanca, en muchas ocasiones con menores como protagonistas.
Los delitos con arma blanca en Reino Unido aumentaron un 7% en 2023, con respecto a 2022, hasta llegar a casi 50.000, habiéndose duplicado en diez años, según la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS).
La muerte de una joven de 15 años, apuñalada cuando iba a la escuela en Londres el pasado mes de septiembre, conmovió especialmente al país. Su presunto asesino, un adolescente de 17, será juzgado en noviembre.