A sabiendas de su estatus de figura del deporte mundial,
Kylian Mbappé remeció el tablero político francés con sus declaraciones del domingo. En la previa a su debut en la
Eurocopa que se juega en Alemania, el flamante delantero del Real Madrid acaparó las portadas con su llamado a votar
"contra los extremos" en su país. Estas sorpresivas declaraciones tiñen aún más de política un torneo ya marcado por la presencia de la selección de
Ucrania en plena guerra con Rusia.
La inestabilidad política en Francia fue ganando protagonismo en la concentración de su selección de fútbol en Paderborn en los últimos días, lo que llevó incluso a la federación a pedir "neutralidad" a los futbolistas, pero Mbappé decidió no esconderse y, aunque no se posicionó a favor o en contra de ninguna opción, su mensaje fue muy claro.
"Creo que estamos en un momento crucial de la historia de nuestro país (...)
Vemos que los extremismos están a las puertas del poder, tenemos la ocasión de decidir el futuro de nuestro país", explicó en conferencia de prensa desde Düsselford, donde Francia debutará este lunes contra Austria (15:00 horas en Chile).
Y si bien la política y el fútbol han tenido una relación constante a lo largo de la historia, es poco frecuente que un jugador se manifieste tan abiertamente. Y la noticia sorprende aún más si se trata de uno de los deportistas más importantes y mediáticos de la actualidad.
Estas declaraciones, por tanto, podrían incluso incidir directamente en una elección donde el Presidente francés, Emmanuel Macron, necesita un respaldo ciudadano clave tras la estrepitosa derrota de su partido en los comicios europeos del 9 de junio.
¿Espaldarazo para Macron?
Mbappé llamó a votar en las elecciones legislativas, convocadas por Macron sorpresivamente para el 30 de junio y el 7 de julio (doble vuelta) tras la apabullante victoria hace una semana de Agrupación Nacional (RN), el partido liderado por Marine Le Pen que ahora aspira a triunfar nuevamente e imponer a Jordan Bardella como primer ministro.
Así, tras decir que "no me gustan los extremismos ni las ideas que dividen", la estrella de la selección francesa agregó que "tenemos que identificarnos con los valores de tolerancia, diversidad y respeto. Espero que aún estemos orgullosos de llevar esta camiseta el 7 de julio. La situación es más importante que el partido de mañana. No tengo ganas de representar un país cuyos valores no me corresponden".
Y si bien Mbappé no dio nombres, sus dichos se interpretaron en Francia como
un apoyo directo a Emmanuel Macron. Es de conocimiento público que ambos tienen una estrecha relación: se sabe que el Mandatario fue clave en la decisión del delantero en 2022 de mantenerse por una temporada más en el PSG; incluso, el gobernante intentó mediar con el nuevo club del delantero, el Real Madrid, para permitir su participación en los JJ.OO. de París, lo que finalmente fue desechado.
El Presidente francés necesita un apoyo ciudadano clave mientras ve cómo la ultraderecha de RN y el Frente Popular -que agrupa desde la socialdemocracia clásica a la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon- se disputan palmo a palmo el primer lugar, dejando a su colectividad "Renacimiento" en un tercer plano. Y aquí Mbappé puede ser determinante, sobre todo pensando en el llamado al voto joven, que tuvo una altísima abstención del 70% en los últimos comicios.
Pero no sólo Mbappé ha hablado de política en la selección francesa. Días antes, su compañero Ousmane Dembélé hizo un llamado a ir a las urnas. "Por la situación en Francia, creo que ha sonado la alarma. Hay que movilizarse y votar todos juntos", señaló el actual jugador del PSG.
"Tenemos que identificarnos con los valores de tolerancia, diversidad y respeto. Espero que aún estemos orgullosos de llevar esta camiseta el 7 de julio. La situación es más importante que el partido de mañana. No tengo ganas de representar un país cuyos valores no me corresponden"
Kylian Mbappé, delantero francés
"Miré un informativo hace poco y
vi que la mitad de los franceses no votaba. Hay que movilizarse para ir todos a votar a las legislativas", insistió. Otro que habló fue
Olivier Giroud, quien si bien evitó manifestarse por una opción u otra, indicó que "si tengo un consejo que dar a los franceses
es que vayan a votar. Una tasa de abstención del 50% (en las europeas) no es normal".
Estas declaraciones, no obstante, no cayeron bien en la Federación Francesa de Fútbol, que prefiere mantenerse al margen de cualquier de la discusión política. Así lo hizo saber el director técnico de la selección gala, Didier Deschamps, quien habló en conferencia de prensa justo después de Mbappé.
"No voy a comentar lo que dicen los jugadores. Discuten, charlan entre ellos. Es una libertad poder hablar. Lo que nos espera, mañana, en el espacio de un partido, el deporte y el fútbol tiene la capacidad de unir a todo el mundo. No sé si será un antes y un después, pero tenemos esa capacidad. Tengo confianza en todo el grupo, en todos los jugadores de ganar a Austria. Tenemos un partido, ¿se los recuerdo?", preguntó.
El seleccionador también tuvo que recordar su etapa de futbolista y los comentarios de Marine Le Pen en 1996 sobre la diversidad de la selección francesa de aquella época y que algunos jugadores galos no cantaran el himno de la Marsellesa. En aquella época, Deschamps dijo que Le Pen
"dice tonterías". Décadas después, recordó por qué dijo aquello: "Estaba esperando esa... (pregunta).
En aquel momento fue alguien quien se tomó la libertad de atacar frontalmente a los jugadores. Lo hice porque se atacaba a los futbolistas, yo era el capitán y eso no era posible. Estamos unidos y haremos todo lo posible para seguir así", comentó.
Pero el tema fue más allá de Francia. Consultado por los dichos de Kylian Mbappé, el portero de la selección española de fútbol, Unai Simón, fue crítico: "Tenemos muchas veces la tendencia a opinar demasiado de ciertos temas cuando no sé si deberíamos opinar o hacer esas cosas porque yo aquí soy jugador, me dedico al fútbol y soy profesional del balón. Lo único que debería hablar en estos momentos es de temas deportivo y temas políticos dejarlos a otras personas o entidades", sostuvo.
Un partido con una guerra de fondo
La política también ha ocupado un papel relevante en la Eurocopa con la participación de la selección de Ucrania, país que en estos momentos vive una guerra con Rusia que no ve solución alguna. Las manifestaciones en apoyo a Kiev se han sentido en Alemania.
"Es difícil estar aquí cuando oyes las noticias de casa. Cuando te despiertas por la mañana, te preguntas cómo lo han pasado nuestras familias o nuestros amigos", explicó el domingo el defensa Illia Zabarnyi.
Las estrellas de la selección ucraniana, como el portero del Real Madrid
Andryi Lunin y el centrocampista del Chelsea
Mikhailo Mudryk, publicaron la semana pasada un video impactante, con imágenes de sus ciudades de origen totalmente destruidas u ocupadas.
Ucrania debutó este lunes contra Rumania en Munich, ciudad que a modo de apoyo lució en su plaza principal un trozo de la tribuna del estadio Sonyachny de Járkov, destruido por los bombardeos rusos. Asientos amarillos y azules, los colores de la bandera ucraniana, destrozados y unidos por un trozo de la valla de seguridad del recinto, fueron expuestos al pie de la estatua de Maximiliano I, duque de Baviera.
Este recinto deportivo de 5.000 plazas fue construido en 2011 para servir de campo de entrenamiento durante la Eurocopa 2012, pero fue bombardeado y quedó destruido e inutilizable en mayo de 2022.
Los organizadores han querido con este acto poner el foco en la destrucción de instalaciones deportivas en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, en febrero de 2022. La Federación Ucraniana recordó que 77 estadios de fútbol han quedado destruidos en todo el país desde el inicio del conflicto y un total de más de 500 instalaciones deportivas, lo que ha obligado a muchos atletas a salir del país para poder prepararse para los Juegos Olímpicos de París (del 26 de julio al 11 de agosto).
La leyenda del fútbol ucraniano Andriy Shevchenko posa junto a las butacas destruidas del estadio Sonyachny (Foto: AFP).
La Eurocopa vivió este fin de semana sus primeros incidentes al margen del fútbol. El sábado medio centenar de italianos fueron detenidos cuando buscaban pelea con hinchas albaneses y el domingo siete serbios fueron arrestados por su implicación en incidentes con aficionados ingleses en las horas previas al duelo disputado en Gelsenkirchen.
Y en Hamburgo, horas antes del Países Bajos-Polonia, un alemán de 39 años fue reducido por la policía cuando amenazaba con atacar con una picota y una bomba molotov, aunque los investigadores no han encontrado de momento elementos que vinculen este incidente con el torneo.