Pese a conocerse los resultados de las elecciones del domingo, donde se evitó una cohabitación entre el Gobierno de Emmanuel Macron y la ultraderecha, Francia sigue sumida en la incertidumbre política a poco más de dos semanas para dar el pistoletazo de salida a los Juegos Olímpicos (del 26 de julio al 11 de agosto).
El presidente del comité organizador de París 2024 "Tony Estanguet debe estar muy feliz desde anoche (domingo). Claramente, no habría sido lo mismo tener que gestionar los Juegos con (el dirigente de extrema derecha) Jordan Bardella a su lado", estima David Roizen, especialista en temas olímpicos de la fundación Jean-Jaurès.
Sin embargo, tras los resultados de la segunda vuelta de las legislativas, en las que se impuso sin mayoría absoluta el bloque de izquierdas, por delante de la coalición gubernamental y con la extrema derecha en tercera posición (pese a haber sido la fuerza más votada una semana antes), quedan muchas preguntas en el aire:
¿quién será el primer ministro y con qué gobierno? ¿seguirá en el cargo la ministra de Deportes Amélie Oudéa-Castéra cuando empiecen los Juegos?
"Debería haber una continuidad del gobierno hasta los Juegos", estima Roizen.
Por el momento, todo parece encaminado en esa dirección. El primer ministro Gabriel Attal presentó su dimisión este lunes ante el Presidente francés, pero Emmanuel Macron le ha pedido continuar "por el momento" para "garantizar la estabilidad" de Francia, informó la presidencia gala.
Sin embargo, el bloque de izquierdas, que va desde la socialdemocracia hasta un sector más radical, ya está barajando candidatos para sustituir a Attal tras ganar los comicios del domingo, aunque sin una mayoría clara para gobernar.
Contar con "la continuidad del Estado"
Tampoco está clara la continuidad del ministro del Interior, Gérald Darmanin, encargado del dispositivo de seguridad de los Juegos.
"Lo que más temen los organizadores (de los Juegos) son cosas como la delincuencia y el crimen y, sobre todo, el terrorismo", apunta a la AFP el profesor de Historia y Deporte en la Universidad de Franche-Compté Paul Dietschy.
"El ministro del Interior es la posición más importante", insiste.
Sin embargo, los organizadores trataron en los últimos días de tranquilizar a todas las partes: "No hemos dejado de trabajar, día y noche, estas últimas semanas para estar listos".
Y recordaron que los Juegos pueden contar "con la continuidad del Estado" que reposa en los prefectos de policía (Laurent Nunez), de la región (Marc Guillaume) y el delegado interministerial para los JJ OO (Michel Cadot), que forman un bloque que impermeabiliza a París-2024 de lo que ocurra a nivel político.
Otro aspecto que ayudará en el campo de la seguridad es el hecho de que la amenaza de manifestaciones masivas, e incluso de disturbios, en el caso de una victoria de la extrema derecha, parece por ahora descartada.
Volver a poner el foco en la cita olímpica
Lo que sí provocó Macron con la disolución del Parlamento tras la victoria de la extrema derecha en las elecciones europeas de comienzos de junio fue focalizar toda la atención de los medios y de la ciudadanía en la crisis política.
"No sientes que se esté creando una gran excitación. Muchos franceses han estado focalizados en las elecciones", admite Dietschy.
Pese a que la situación política francesa no está para nada despejada, sí parece lo suficientemente clara para que la atención se centre en unos Juegos cuyos organizadores prometieron "icónicos", para los que se han invertido 2.600 millones de dólares de dinero público y que tendrán como escenarios varios de los lugares más emblemáticos de País, una de las ciudades más turísticas del mundo.