Los líderes de la OTAN y de sus socios de la región indopacífica expresaron este jueves su preocupación por el respaldo que da China a la "economía de guerra rusa" durante una sesión en la cumbre aliada de Washington.
"En esta sesión abordaremos nuestros retos compartidos en materia de seguridad, como la guerra de Rusia contra Ucrania, el apoyo de China a la economía de guerra rusa y la creciente alineación de potencias autoritarias", indicó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, al comienzo de la última jornada de la cumbre.
En esa sesión de trabajo participan los 32 jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN y sus homólogos de
Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón, además del presidente del Consejo Europeo,
Charles Michel, y el alto representante comunitario para la Política Exterior y de Seguridad,
Josep Borrell, por parte de la Unión Europea (UE).
Según dijo Stoltenberg, la respuesta que la OTAN debe dar a los retos que plantean China y Rusia es una colaboración "cada vez más estrechamente para preservar la paz y proteger el orden internacional basado en normas".
"Pedimos a China que apoye de la forma más firme la Carta de la ONU y los principios de integridad territorial y soberanía", indicó Michel a su llegada a la cumbre.
La primera ministra estonia, Kaja Kallas, alertó de que la cooperación o la relación entre los países aliados y sus socios en el Pacífico con Beijing podría verse "muy perjudicada si China continúa apoyando a Rusia en esta guerra".
Stoltenberg dijo el miércoles que los aliados están "definiendo claramente la responsabilidad de China respecto a su facilitación de la guerra de agresión rusa contra Ucrania".
"China es una preocupación cada vez mayor para nosotros, ayudando a Rusia a conseguir equipamiento militar", comentó por su parte el primer ministro sueco,
Ulf Kristersson, quien consideró necesario que Europa se implique más en la seguridad en el Pacífico.
"La seguridad es hoy en día algo muy global, no un asunto regional", dijo.
La OTAN aprobó en su primera jornada de cumbre el miércoles una declaración en la que consideró que "las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de China siguen desafiando" los "intereses, seguridad y valores".
En concreto, señalaron su "profunda preocupación" por la "asociación estratégica" entre Rusia y China y alertaron de que se enfrentan a "amenazas híbridas, cibernéticas, espaciales y de otro tipo, así como a actividades maliciosas de actores estatales y no estatales".
Aunque la Alianza no tiene constancia de que Beijing esté suministrando armas directamente a Rusia, ha advertido de que le envía la tecnología y microelectrónica que necesita para crear armamento.
"El lenguaje sobre China es duro porque China está permitiendo la capacidad de Rusia para llevar a cabo esa guerra, no de la misma manera que Corea del Norte o Irán, sino dándole ayuda industrial y continuando el comercio", opinó el presidente finlandés, Alexander Stubb.