La Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminó este viernes que las décadas de ocupación israelí de los territorios palestinos es "ilegal" y el tribunal con sede en La Haya instó a ponerle fin "lo más rápidamente posible".
El máximo órgano judicial de la ONU, cuyos dictámenes en este caso no son vinculantes, se pronunció sobre las consecuencias legales de la ocupación de territorios palestinos por parte de Israel desde 1967, en un momento de creciente tensión tras más de nueve meses de conflicto en Gaza.
La corte
"determinó que la continua presencia de Israel en los Territorios Palestinos es ilegal", declaró Nawaf Salam, el magistrado que preside el tribunal, tras un caso sin precedentes en el que medio centenar de países brindaron testimonio.
"El Estado de Israel tiene la obligación de poner fin a su presencia ilegal en los Territorios Palestinos ocupados lo antes posible", indicó el magistrado.
La CIJ tomó este caso después de que la Asamblea General de la ONU adoptó el 31 de diciembre de 2022 una resolución para pedirle su "opinión consultativa" sobre las "consecuencias jurídicas derivadas de las políticas y prácticas de Israel en el territorio palestino ocupado, incluido Jerusalén-Este".
Los dictámenes consultativos de la CIJ pueden aumentar la presión internacional sobre Israel que está en guerra desde el 7 de octubre contra el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tachó el pronunciamiento como una "mentira".
"El pueblo judío no es ocupante en su propia tierra ni en nuestra capital eterna, Jerusalén, ni en nuestro patrimonio ancestral de Judea y Samaria", una denominación que corresponde con el territorio de Cisjordania ocupada, afirmó Netanyahu en un comunicado.
El primer ministro, que está bajo presiones internacionales y que viaja la próxima semana a Estados Unidos, su principal aliado, dijo que "ninguna decisión" en base a mentiras en La Haya "distorsionará esta verdad histórica".
"Gran día para Palestina"
La Autoridad Palestina, encabezada por Mahmoud Abbas, celebró la "histórica" decisión del tribunal.
"La presidencia aplaude la decisión de la Corte Internacional de Justicia, la considera una decisión histórica y exige que se obligue a Israel a implementarla", declaró Abbas en un comunicado difundido por la agencia oficial Wafa.
La ministra delegada de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina, Varsen Aghabekian Shahin, afirmó que "este es un gran día para Palestina, histórica y legalmente".
En junio de 1967, Israel libró la Guerra de los Seis Días, arrebatando el control de Cisjordania y Jerusalén Este a Jordania, de los Altos del Golán a Siria, y de la Franja de Gaza y el Sinaí a Egipto.
Posteriormente Israel comenzó a ocupar los 70.000 km2 de territorios árabes tomados. La ONU declaró la ocupación ilegal.
"Peligro extremo"
En las audiencias de febrero, la mayoría de quienes tomaron la palabra llamaron a Israel a poner fin a la ocupación posterior a la Guerra de los Seis Días, y algunos advirtieron que una ocupación prolongada supone un "peligro extremo" para la estabilidad en Medio Oriente y más allá de la región.
Los representantes palestinos acusaron a los israelíes de dirigir un sistema de "colonialismo y apartheid" y exhortaron a los jueces a que pidan el fin de la ocupación de forma "inmediata, total y sin condiciones".
El embajador de Sudáfrica en los Países Bajos dijo ante los jueces que las políticas de Israel en los territorios palestinos son una forma "aún más extrema" del apartheid que su país vivió antes de 1994.
Pero Washington salió en defensa de su aliado, diciendo que Israel no debería estar legalmente obligado a retirarse, sin tener en cuenta sus "necesidades muy reales en materia de seguridad".
Israel no participó en las audiencias, pero presentó una contribución escrita en las que calificaba las preguntas planteadas al tribunal como "perjudiciales" y "tendenciosas".
Estas audiencias no están relacionadas al caso presentado ante la CIJ por Sudáfrica, que acusa a Israel de cometer actos genocidas en Gaza.
En enero, el tribunal pidió a Israel que impidiera cualquier posible acto de genocidio en el enclave palestino y en mayo, ordenó a Israel que detuviera su ofensiva militar en Rafah.