Alicia Delibes comenzó como profesora de matemáticas y finalizó jubilándose como presidenta del Consejo Escolar de Madrid. También fue miembro de la Delegación de España ante la OCDE y la UNESCO. Gracias a su extensa trayectoria, se transformó en uno de los referentes de la educación en el país europeo y hoy en conversación con EmolTV, se refirió a su último libro "El suicidio de Occidente, la renuncia a la transmisión del saber", donde analiza el sistema educativo actual repasando los 250 últimos años de teorías educativas.
La experta se refirió a las teorías pedagógicas progresistas en la educación a las que calificó de "alejadas del sentido común" y al "sin fin de obstáculos" que hay a la hora de introducir cambios para mejorar los resultados de la enseñanza.
"Entiendo muy bien que los católicos se hayan molestado profundamente (con escena de la inauguración de los JJ.OO.). Porque bueno, si se hubiera hecho eso con el Islam por ejemplo, nadie se hubiera atrevido a hacerlo"
Alicia Delibes
"Hay un igualitarismo feroz. Ya no se trata de que haya una igualdad de oportunidades, sino de que todos los niños y los adolescentes aprendan lo mismo. Entonces, como tienen que aprender lo mismo,
nadie puede exigir, porque si se exige y unos se esfuerzan y otros no, creas desigualdades en la sociedad", aseguró.
Delibes sostuvo que en la actualidad "se huye de la palabra disciplina, se huye de la palabra examen. Todo lo que sea seleccionar alumnos está prácticamente impedido en el sistema escolar. El resultado final es que se ha logrado una igualdad, efectivamente, pero una igualdad por la ignorancia".
Explicó que para revertir esta situación se debe tomar conciencia y "la izquierda debe darse cuenta que se ha equivocado. Se ha equivocado con una pedagogía y con un intento de igualar, que bueno, en un principio quizás ellos querían igualar por arriba, pero están igualando para abajo (...) El político no quiere avanzar hacia atrás, porque no entiende qué quiere decir avanzar hacia atrás. Pero en este caso sí se debe avanzar hacia atrás".
Al ser consultada sobre estas nuevas generaciones bajo la influencia de las teorías pedagógicas progresistas, aseguró que "el problema es que ya están influidos los profesores, que piensan más en ser un agente social y cambiar el mundo que en enseñar".
"Esa idea puede ser muy bella. Hay que pensar muy bien lo que se está diciendo, porque a lo mejor se está diciendo hay que crear un hombre nuevo, que es lo que Rousseau decía y lo que Robespierre quiso hacer con la Revolución Francesa y no es para crear un hombre nuevo, es para enseñarle, para introducir al niño en un mundo viejo", agregó Delibes.
Sostuvo que "el nuevo es el niño, es el que tiene que cambiar el mundo si hay que cambiarlo, pero tú no le tienes que decir qué mundo uno tiene que cambiar, porque tú ya estás en un mundo que tienes que transmitir. Es súper complicado, pero es cuestión de plantearlo de otra manera. O sea, la educación no es para cambiar el mundo, es para enseñar a los niños qué es el mundo".
También se refirió a la polémica que surgió por una escena que evocó "La Última Cena", de Leonardo da Vinci, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos 2024. "Fue de muy mal gusto. Es que no tiene nada que ver", criticó.
"Entiendo muy bien que los católicos se hayan molestado profundamente. Porque bueno, si se hubiera hecho eso con el Islam por ejemplo, nadie se hubiera atrevido a hacerlo (...) Esto es al final lo que es el suicidio de occidente. La cultura que hemos llamado siempre cultura, no está presente".
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