Cientos de detenidos, más de una decena de muertos y acusaciones de desapariciones forzadas son parte de la crisis que se agudizó desde el domingo en la noche en Venezuela, luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera por "triunfador" a Nicolás Maduro.
El descontento ciudadano por los resultados de la elección ha llevado a que miles de personas se vuelquen a las calles para manifestarse para reclamar por la transparencia y acusar de un fraude en los resultados. El símbolo del ofuscamiento ha sido el destruir varios de los monumentos de Hugo Chávez desplegados en los 24 estados de ese país.
Aunque la líder opositora,
María Corina Machado, ha pedido que los ciudadanos que deseen manifestarse lo hagan de forma pacífica, el ambiente de protesta resulta hostil. No son pocas las imágenes que circulan en la prensa internacional que dan cuenta de grupos policiales que incluso llegan hasta las casas de los ciudadanos para llevarlos detenidos, especialmente a quienes oficiaron como testigos de la oposición en las urnas.
De acuerdo al último reporte encabezado por la abogada Stefania Migliorini, de la ONG Foro Penal Venezolano -dedicados a la defensa de personas detenidas arbitrariamente y de los DD.HH.-, hasta el 1 de agosto se contabilizaban 11 fallecidos, y 711 personas detenidas, de los cuales 74 son adolescentes.
"El 90% han sido detenidos por las protestas que se están presentando, pero también hemos recibido denuncias de personas que los han ido a buscar a sus casas para detenerlos, bien sea porque fueron testigos o porque estaban en las protestas y aparecieron en una cámara o una foto", precisó.
Por su parte, el fiscal general de ese país, Tarek William Saab, habló de 1.062 detenciones durante las protestas, 77 funcionarios de seguridad heridos y un militar muerto. No hizo alusión a fallecidos en la población civil.
Así, la advertencia que hizo Maduro, de "un baño de sangre" en caso de que ganara la oposición, también se ha convertido en una suerte de presagio de su propia "victoria"; cuestionada por los propios ciudadanos venezolanos y parte de la comunidad internacional.
"Nuestra arma es la Constitución"
"No tenemos armas, nuestra arma es la lengua, nuestra arma es la Consitución", gritaba una adulta mayor en medio de las protestas masivas contra los resultados frente a las pantallas de un canal extranjero; otros, repiten "¡libertad!".
Durante las protestas en Venezuela, un joven que resultó herido, dijo a CNN en Español que "queremos explicaciones, porque toda la población venezolana no votó por Nicolás. El 70% de la población venezolana votó por Edmundo González, que es a quien reconocemos como presidente de Venezuela. Simplemente por el hecho de marchar empezaron a agredir a las personas. ¿Dónde están las 5 millones de personas en contra de nosotros? No hay, esto es un fraude".
En contraste, medios oficialistas reportan en las últimas horas que actividades del comercio se han comenzado a retomar paulatinamente, aunque en horarios acotados, sin embargo, los locatarios evitan hablar frente a las cámaras.
Por su parte, el periodista venezolano, Jonathan Cárdenas, dijo en conversación con La Nación, que "es un escenario que definitivamente no parece tener una claridad cercana, cuando dos fracciones políticas están defendiendo resultados que cada uno argumento".
Cortes de electricidad, comercio limitado y "temor a hablar"
"Temor e incertidumbre" son las sensaciones que se repiten entre los venezolanos avecindados en Chile. En su país natal quedan sus familiares, quienes les comentan cómo viven el día a día, en una versión más íntima de lo que replican las redes sociales y los medios de comunicación.
Sin embargo, hay algunos que han preferido no conversar directamente sobre lo que ocurre en las calles, dicen que tienen temor, porque han visto cómo algunos vecinos son detenidos, desde sus propias casas, por las policías.
"Actualmente hay mucho temor, porque a raíz de las protestas espontáneas que surgieron el lunes, ha habido mucha persecución, incluso muchos tienen miedo de hablar, se han llevado detenidos a personas por publicar en redes sociales cosas en contra del régimen.
Larry Coello, venezolano avecindado y representante de fundaciones de migrantes
Larry Coello, ingeniero civil quien vive hace ocho años en Chile y que ha participado como representante de organizaciones sociales, como Fundamigrantes, comenta que la situación que ya se viene viviendo hace años, con dificultad para abastecerse de alimentos, con servicios básicos "paupérrimos", y con la incertidumbre del "día a día", no ha hecho más que intensificarse.
"Actualmente hay mucho temor, porque a raíz de las protestas espontáneas que surgieron el lunes, ha habido mucha persecución, incluso muchos tienen miedo de hablar, se han llevado detenidos a personas por publicar en redes sociales cosas en contra del régimen. Se están llevando a jóvenes que salieron a protestar porque sienten que ya no tienen un futuro, incluso, se les busca imponer hasta 30 años de prisión, por supuesto terrorismo", comenta.
"Se han intensificado los apagones de luz y cortes de agua. Hay sectores que tienen el comercio cerrado y las bencineras no están surtiendo. La gente está con miedo, saliéndose de grupos de WhatsApp con sus familiares y amigos, por temor a que cualquier comentario ahí los perjudique en caso de ser detenidos".
Mary Montesinos, emprendora venezolana en Chile
Añade que dormir ha sido difícil, y en algunas zonas del interior, "incluso les han cortado la electricidad a raíz de las manifestaciones de lunes". En tanto, en las cercanías del Palacio de Gobierno, en el centro-oeste de Caracas, donde se ha desplegado una fuerte custodia para evitar que los manifestantes se acerquen, los servicios básicos están funcionado.
En la misma línea, Mary Montesinos, emprendedora avencidada en Chile hace siete años, comenta que "se han intensificado los apagones de luz y cortes de agua. Hay sectores que tienen el comercio cerrado y las bencineras no están surtiendo. La gente está con miedo, saliéndose de grupos de WhatsApp con sus familiares y amigos, por temor a que cualquier comentario ahí los perjudique en caso de ser detenidos".
Oswel Luna, venezolano radicado en Argentina, dijo esta semana a DNews que "tenemos 25 años intentando cambiar estos problemas. En Venezuela no hay servicios básicos, no hay agua, no hay luz, no hay gas, no hay medios de comunicación que transmitan la verdad, somos nosotros los que estamos compartiendo la información".
"Hay un pueblo que está decidido en todas las calles, que todos los días se pronuncia y donde hay un venezolano alzando la bandera, alzando los brazos, hay esperanza", acotó.
"No han ido a trabajar por temor"
Coello también cuenta que entre lunes y martes, muchas personas decidieron no ir a trabajar; algunos, por salir a las calles a protestar, pero otros, para resguardarse de represalias. No obstante, a los funcionarios públicos, "se les obligó a asistir, se les dijo que si no iban, ellos también estaban en contra de Maduro".
Este escenario, para muchos venezolanos, significa ver comprometida su supervivencia diaria, la que ya era compleja previo a la crisis desatada desde el domingo.
Marcos Garzón, sociólogo de la Universidad de Chile y representante de organizaciones migrantes venezolanas en Chile, comenta que las personas "no han ido a trabajar por temor, están en sus casas. Nadie quiere salir por miedo a ser detenidos; hay varias calles vacías y vías cerradas por parte de organismos del Estado, especialmente en los grandes estados de Venezuela, especialmente en Caracas".
Sobre lo que viene, comenta: "la población adentro está a la espera de lo que pueda pasar, la gente ha salido a las calles de manera pacífica, sin embargo está siendo reprimida por los organismos de seguridad del Estado. Los civiles no tienen armas, solamente están defendiendo el voto de lo que expresaron el 28 de julio".
