El destino del magnate británico de la tecnología, Mike Lynch, pende de un hilo tras el trágico naufragio de su lujoso yate, el Bayesian, que transportaba a 22 personas cuando volcó en la madrugada del lunes cerca del puerto de Porticello, en Sicilia, donde se encontraba aparentemente anclado.
De los 12 pasajeros y 10 tripulantes que disfrutaban de un exclusivo viaje turístico, seis siguen desaparecidos, incluido el magnate propietario del yate y su hija, Hannah. Hasta el momento, una persona ha sido confirmada muerta y 15 fueron rescatadas, entre ellas Angela Bacares, esposa de Lynch, según informaron fuentes cercanas a las operaciones de rescate.
Según los registros corporativos del yate de lujo consultados por la BBC, este está vinculado a Angela Bacares: el yate es propiedad de Revtom, una empresa registrada en la Isla de Man. En la última declaración anual de la empresa, presentada en abril, la propietaria legal de Revtom figura como la esposa de Lynch.
El velero Bayesian, de 56 metros de eslora y con el mástil de aluminio más grande del mundo, estaba realizando un viaje turístico por el mar Tirreno. La mayoría de los pasajeros eran ingleses, aunque también viajaban dos anglo-franceses, un irlandés, un neozelandés y un ciudadano de Sri Lanka.
Lynch, nacido en 1965 en Essex, Inglaterra, se graduó en el King’s College de Cambridge con un título en Ciencias Naturales, y más tarde completó un doctorado en ingeniería eléctrica. A lo largo de su carrera, ha sido conocido por ser una de las figuras más influyentes en el ámbito de la tecnología en el Reino Unido.
En 1996, cofundó Autonomy Corporation, una empresa especializada en software de análisis de datos, que rápidamente se convirtió en un gigante en su sector, llegando a ser una de las compañías tecnológicas más exitosas del país.
El éxito de Autonomy culminó en 2011, cuando Hewlett-Packard (HP) adquirió la compañía por un valor de 11.000 millones de dólares. Así fue que Lynch llegó al estatus de multimillonario y fue apodado "el Bill Gates británico": según los medios británicos, en esta transacción Lynch ganó aproximadamente 800 millones de dólares, pero la venta resultaría problemática y lo dejaría enfrentando demandas civiles y cargos criminales.
Poco después de la adquisición, HP acusó a Lynch de inflar los valores de la compañía, lo que llevó a una prolongada batalla legal que terminó este año cuando fue declarado inocente de todos los cargos en junio.
Los fiscales lo acusaron de inflar el valor de la empresa utilizando acuerdos con fecha anterior para engañar sobre las ventas de la compañía, dijeron que había ocultado el negocio deficitario de la empresa revendiendo hardware, y también le acusaron de intimidar o pagar a personas que plantearon sus preocupaciones.
En una entrevista con la BBC a principios de este mes, Lynch dijo que "la razón por la que estoy sentado aquí, seamos honestos, no es sólo porque era inocente... sino porque tenía suficiente dinero para no ser arrastrado por un proceso que está preparado para arrastrarte".