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El drama de los más de 100 adolescentes detenidos en Venezuela tras las elecciones: "Mi hijo se pasa el día llorando"

El medio BBC Mundo recogió el testimonio de Carmela, una mujer que se considera chavista pero cuyo hijo de 17 años fue detenido en extrañas circunstancias. Un mes después del arresto, ella exige una respuesta.

30 de Agosto de 2024 | 14:39 | Redactado por R. Jara, Emol
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Al menos 114 menores de edad han sido detenidos en el marco de las protestas en Venezuela.

The New York Times
"Desde aquí, como madre, quiero pedirle a los presos de esas cárceles que nos cuiden a nuestros niños". El llamado desesperado de la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, no es antojadizo ni alarmista. Son al menos 114 los menores de edad que, según la ONG Foro Penal, fueron detenidos en el marco de las múltiples protestas desatadas en el país caribeño tras los polémicos resultados de la elección presidencial del pasado 28 de julio.

Estos adolescentes están imputados por delitos como instigación al odio y terrorismo, arriesgando penas de entre ocho y 30 años de prisión. La situación preocupa y ha causado la reacción de la ONU, que exigió la liberación de estos jóvenes. Y si bien ya son varios los menores de edad que fueron dejados en libertad, la mayoría sigue tras las rejas pasado un mes del inicio de las manifestaciones.

Este es el caso de José, joven de 17 años que cayó preso el pasado 29 de julio, cuando un grupo de policías se lo llevó a él y a un amigo por no contar con los papeles de la moto en la que iban de regreso a su hogar. El conductor del vehículo fue liberado, no así José, según relató a BBC Mundo su madre, identificada como Carmela.

La mujer, que en la pasada elección hizo campaña y votó por Nicolás Maduro, expresó al medio británico su frustración por haber apoyado al gobierno que ahora tiene a su hijo tras las rejas. "Trabajé para él y voté por él. Y ahora mira las consecuencias. El problema es que una de las estatuas de (Hugo) Chávez cayó cerca de donde nosotros vivimos", explicó.

De acuerdo con Carmela, su hijo no estaba participando en las protestas "porque nosotros somos chavistas", sin embargo, fue detenido por no tener los papeles de la moto en la que iba. "Al principio me quedé tranquila porque una tía del muchacho que andaba con mi hijo me dijo que los iban a soltar, pero luego lo liberaron a él pero a mi hijo no", recalcó.

Esta madre estaba confiada en que le iban a entregar a su hijo cuando fuera al cuartel policial a buscarlo "porque yo soy su mamá y él es menor de edad. Y yo me confié porque sabía que él no estaba en ninguna protesta".

Tras varias horas de búsqueda, lo encontraron. "Nos dijeron que lo iban a soltar y resulta que hoy está cumpliendo un mes detenido", afirmó la mujer, quien agregó que ahora a José "lo están acusando de incitación al odio, terrorismo y obstrucción de la vía pública".

Días "fatales"


Después de su formalización, el adolescente de 17 años fue trasladado a otra cárcel. "Logré ver a mi hijo 15 días después de la detención. Y esos días fueron fatales para él porque tuvo fiebre y nunca fue atendido por un médico ni lo llevaron a un hospital", precisó Carmela, quien tiene otros cinco hijos además de José, que es el mayor.

La preocupación crecía. José tuvo meningitis a los 8 meses y cuando cumplió 15 años volvió a convulsionar. Con esos antecedentes, "a él no le puede dar fiebre muy alta ni dolor de cabeza porque la convulsión puede venir", indicó su madre.

"La siguiente vez que pude visitarlo, el niño tenía un absceso en la frente y un ojo inflamado. Hablé con la abogada y ella pidió que lo llevaran a un hospital, pero tampoco hicieron nada. Entonces le di un tratamiento de antibióticos, con la colaboración de un policía, y con los días mejoró", reveló la mujer.

Pasado un mes de la detención del joven, Carmela pudo verlo otra vez. El panorama es preocupante: "Pude verlo y lo noté muy triste. Se pasa el día llorando y hoy me enteré de que le da su comida a otros presos porque ya no quiere comer".

Con las visitas, la madre ha podido reconstruir la realidad en la prisión. Afirmó que su hijo comparte celda con ocho jóvenes más: duermen en tres literas de cemento y deben hacer sus necesidades en bolsas ante la falta de un baño. "Hay una especie de letrina que se tapa a cada rato y cuando ellos la destapan con un chupón para cañerías, la celda se les inunda de aguas negras", complementó la mujer, quien agregó: "No sabes el miedo que me da de que le dé una infección".

"Mi hijo me dice: 'Mamá, sácame. ¿Por qué estoy aquí si no he hecho nada malo?'. Me pregunta qué es un terrorista, ni siquiera sabe lo que significa eso. ¿Qué va a saber mi hijo de terrorismo? 'Mamá, explícame', me dice", indicó Carmela, cuyos intentos de acercarse a las autoridades han fracasado.

"Yo me fui con las mamás de otros niños a Miraflores (el palacio de gobierno). Queríamos hablar con Maduro o con Diosdado (Cabello), para decirles que están cometiendo un error. Pero no pudimos acercarnos. Todo eso está enrejado. Si pudiera hablar con Maduro, le preguntaría por qué está metiendo presa a gente inocente, como mi hijo", cerró.
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