La cortina de humo de los intensos incendios forestales en la Amazonía y otras regiones de Brasil y Colombia, afectó grandes ciudades como Sao Paulo, que el lunes figuró como la más contaminada del mundo, a la vez que se extiende por países vecinos como Uruguay y Argentina. Este fenómeno representa un peligro para la salud de los habitantes de la región.
Los incendios forestales alcanzan a Bolivia, Paraguay y Brasil. Sus focos comenzaron hace tres meses en Bolivia, pero en las últimas semanas se propagaron y se salieron de control. En el país vecino, más de 4 millones de hectáreas están afectadas. De este número, alrededor de 2,6 millones corresponden al departamento de Santa Cruz y 1,4 millones al Beni, ambas regiones fronterizas con Brasil.
Un bombero combate las llamas en Manaos, Brasil (Foto: EFE).
La región oriental de Santa Cruz, el motor económico del país, es la más castigada, donde se registran incendios desde hace dos meses que han afectado áreas protegidas. En los últimos días los fuertes vientos y la sequía agravaron el problema. Las tres ciudades más pobladas del país -Santa Cruz, La Paz y Cochabamba- tenían un índice de calidad del aire malo debido a la humareda.
Para enfrentar esta amenaza, el gobierno de Luis Arce declaró la emergencia nacional y sanitaria, movilizó más de 5000 bomberos voluntarios y anunció la ayuda de otros países de la región para contener el avance de las llamas. En esa línea, ya llegaron desde Chile dos especialistas en análisis y simulación de incendios y otros dos expertos en operaciones de incendios forestales que se desplazarán al municipio de Concepción, en Santa Cruz.
Vista del humo desde el teleférico que conecta a las ciudades bolivianas de La Paz y El Alto (Foto: AFP).
Las llamas calcinaron ganado y animales silvestres y obligaron a evacuar a pequeñas comunidades y haciendas. Varios de los incendios se iniciaron en la selva amazónica brasileña, según las autoridades bolivianas.
El Servicio Meteorológico de Brasil, MetSul, advirtió sobre la llegada de la "lluvia negra" al país, un fenómeno que ocurre a partir de la interacción de partículas contaminantes en la atmósfera, como cenizas, hollín o compuestos químicos, con frentes fríos. Se caracteriza por su aspecto oscuro y por los altos niveles de polución que arrastra.
Sao Paulo sufre con el humo (Foto: AFP).
Casi cinco millones de km2 se vieron afectados por el humo en Brasil, es decir, 60% del territorio, según estimaciones de Karla Longo, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), a partir de datos por satélite. Y "si tenemos en cuenta las zonas afectadas en los países vecinos y en el océano Atlántico, la superficie alcanzada el domingo fue de 10 millones de km2", precisó esta investigadora.
La prolongada sequía en Brasil, combinada con la acción humana en ambientes frágiles, provocó efectos difusos pero conectados en todo el país. El INPE registró 159.411 incendios desde enero hasta ayer, un aumento del 100% respecto al mismo período de 2023. De los incendios registrados por la institución este año, la mitad se produjeron en la Amazonía y el 32% en el Cerrado. En 2023,la Amazonía ya se había visto afectada por una grave sequía. En la siguiente temporada de lluvias, no hubo precipitaciones suficientes para recuperar ríos y bosques. La nueva sequía de este año es más grave en la mayoría de los estados brasileños.
Vista aérea de Ribeirao Preto, Sao Paulo (Foto: AFP).
Con las cenizas de los incendios en el norte que cambiaron el color del cielo, la capital de Sao Paulo estuvo ayer y el domingo entre las de peor calidad del aire del país y la situación también es inquietante en Río de Janeiro.
En Colombia, se registran incendios forestales en diez departamentos del país y su capital, Bogotá. Solo en la capital y sus alrededores, los bomberos intentan controlar "siete incendios forestales" de manera simultánea, aseguró ayer el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, en la red X.
Los departamentos de Valle del Cauca, Cauca (suroeste), Nariño (sur), Boyacá (centro), Quindío (oeste), Tolima (oeste) y Huila (suroeste) están en alerta roja por el fuego, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales. Algunos distritos se declararon ayer en "estado de calamidad pública" debido a las "difíciles afectaciones" por "incendios en cerca de mil hectáreas". Los incendios forestales en Colombia causaron estragos en unas 17.100 hectáreas de vegetación en enero de este año por las altas temperaturas.
Así se ve Asunción, en Paraguay (Foto: EFE).
En Paraguay la situación no es más optimista, ya que las autoridades se encuentran en estado de alerta por los incendios que se acercan desde Bolivia. El fuego que afectó las zonas del departamento de Alto Paraguay, en la región occidental o Chaco paraguayo, en la frontera con Bolivia, ya arrasaron hasta la fecha al menos 84.000 hectáreas, principalmente bosques nativos, según informó el Instituto Forestal Nacional.
Emergencia sanitaria
En varias ciudades brasileñas, las autoridades sanitarias dieron cuenta en los últimos días de un fuerte aumento de personas que sufren problemas respiratorios, como crisis de asma, neumonía o sinusitis. El aire "está muy seco, muy contaminado. No se respira, es sofocante", dijo a la AFP Ieda Bandeira, de 76 años, que vende dulces frente a una estación de metro en San Pablo.
Los incendios, en su mayor parte de origen criminal y a menudo ligados a la actividad agrícola, se propagan más fácilmente debido a una sequía histórica que los expertos relacionan con el cambio climático. "Me preocupa mucho" esta situación, "principalmente porque ya hace un tiempo que parece que no vamos a volver a la normalidad (...) Respirar está difícil, dormir está difícil. Enfermamos más, con una tos que parece que no va a partir", dijo por su parte Maicon Santos, de 37 años, que trabaja en la documentación para el agronegocio.
Las autoridades argentinas y uruguayas informaron a su vez este lunes de la presencia en varias regiones de este humo, que también procede de focos en Bolivia y Paraguay, según el Instituto Uruguayo de Meteorología.
El humo llegó a Buenos Aires (Foto: EFE).