Ibrahim Aqil, que murió el viernes en un bombardeo israelí en los suburbios de Beirut, comandaba la fuerza Al Radwan, unidad de élite de Hezbolá, y era buscado por Estados Unidos por su implicación en los sangrientos atentados antiestadounidenses de la capital libanesa en 1983.
Como la mayoría de los dirigentes de la poderosa formación islamista libanesa, Aqil usaba múltiples seudónimos, entre ellos Hajj Abdel Qader, y no era una figura conocida públicamente.
Su asesinato es una bofetada para el grupo proiraní, pues es su segundo alto mando abatido por Israel desde que el movimiento islamista abrió el frente en el sur de Líbano hace casi un año, para apoyar al Hamás palestino en su guerra contra Israel en Gaza.
Según fuentes cercanas a Hezbolá, Ibrahim Aqil era el segundo en la jerarquía militar de la poderosa formación. El primero, Fuad Shukr, murió en un bombardeo en el suburbio sur de Beirut, bastión del movimiento chiita, el 30 de julio.
La fuerza Al Radwan es considerada como la vanguardia de Hezbolá en su combate contra Israel.
Israel exige, a través de mediadores internacionales, su repliegue de las zonas fronterizas del sur de Líbano.
Esta unidad de élite está integrada por combatientes experimentados, algunos de los cuales lucharon en Siria o en otros países de la región.
Desde el inicio de los enfrentamientos en el sur de Líbano, están en primera línea. Sus combatientes son entrenados en ataques e infiltraciones transfronterizas. El ejército israelí acusa a la fuerza Al Radwan de haber establecido planes para atacar Galilea (norte) en caso de guerra a gran escala.
Además de Shukr y Aqil, otros dos jefes militares de Hezbolá fueron asesinados: Mohamed Naser y Taleb Abdalá, que comandaban dos de los tres sectores del frente en el sur de Líbano.
En enero, un comandante de Al Radwan, Wisam Tawil, murió cuando su vehículo fue atacado en el sur de Líbano.
Buscado por Washington
Al igual que Fuad Shukr, Aqil fue declarado como terrorista por el Departamento estadounidense del Tesoro en 2015 y por el Departamento de Estado en 2019.
El Tesoro estadounidense ofreció siete millones de dólares por cualquier información relacionada con su papel en los atentados contra la embajada de Estados Unidos en Beirut en abril de 1983 (63 muertos) y contra los Marines estadounidenses en octubre de 1983 (241 militares muertos).
Esos ataques fueron reivindicados por la Yihad Islámica, relacionada según Washington con Hezbolá.
Según el Tesoro estadounidense, Aqil "dirigió" además secuestros de occidentales en Líbano en los años 1980.
También combatió en Siria, donde Hezbolá apoya desde 2013 al régimen de Bashar al Asad, confrontado a un levantamiento popular en 2011 que se convirtió en guerra civil.