Israel anunció este miércoles que preparaba una "posible" ofensiva terrestre en Líbano tras varios días de bombardeos contra posiciones del movimiento islamista Hezbollah, ante los que Estados Unidos, la Unión Europea y varios países árabes pidieron un "alto el fuego inmediato".
"Pedimos un alto el fuego inmediato de 21 días en la frontera entre Líbano e Israel para alcanzar una solución diplomática", reza el texto firmado por Estados Unidos, Francia, la Unión Europea, Catar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Los temores de una "guerra total" aumentaron este miércoles tras las declaraciones del jefe militar israelí, el teniente general Herzi Halevi, ante una brigada de tanques cerca de la frontera con Líbano.
"Se puede oír los aviones desde aquí; estamos atacando todo el día. Tanto para preparar el terreno ante una posible entrada, como para seguir atacando a Hezbollah ", declaró Halevi.
"Su entrada allí con fuerza (...) mostrará (a Hezbollah) lo que es encontrarse con una fuerza de combate profesional", afirmó.
El ejército israelí anunció anteriormente la movilización de dos brigadas de reserva y su despliegue en el norte del país, para "continuar el combate" contra Hezbollah.
Poco después de esos anuncios, Biden advirtió que "una guerra total es posible", pero añadió que "todavía está en juego la oportunidad de llegar a un acuerdo", dijo a la cadena ABC.
"Todos los medios"
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, agradeció "a todos los que están haciendo un esfuerzo sincero con la diplomacia para evitar una escalada", pero agregó que usarán "todos los medios" para lograr sus objetivos.
Por el momento, Israel afirma que su meta es asegurar el regreso a sus hogares de los habitantes del norte desplazados por las hostilidades con Hezbollah, iniciadas desde el estallido de la guerra en Gaza.
"No descansaremos hasta que (los desplazados del norte) regresen a sus hogares", afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
En el tercer día consecutivo de bombardeos intensivos de Israel, murieron este miércoles 72 personas y casi 400 resultaron heridas, afirmó el Ministerio de Salud libanés en su último balance.
Más de 90.000 personas se vieron forzadas desde el lunes a abandonar sus hogares en Líbano a causa de los ataques israelíes, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de la ONU.
El ejército israelí indicó que en ese periodo había bombardeado "más de 2.000" posiciones de Hezbollah, incluyendo "varios cientos" el miércoles.
El lunes, los primeros ataques israelíes masivos en Líbano mataron a 558 personas e hirieron a más de 1.800, según las autoridades libanesas, la cifra más alta en un día desde el final de la guerra civil en el país (1975-1990).
Desde octubre del año pasado, un total de 1.247 personas, en su mayoría civiles, murieron en Líbano en el marco de los enfrentamientos entre Hezbollah e Israel.
En Baalbek, en el este de Líbano, se ha instalado un "clima de terror" desde el inicio de estos bombardeos, afirmó Nur Hamad, una estudiante de 22 años.
"Pasamos cuatro o cinco días sin dormir, sin saber si nos íbamos a despertar por la mañana. Los niños tienen miedo, los adultos también", dijo.
Misil a Tel Aviv
Hezbollah, que también ha intensificado los lanzamientos de proyectiles contra Israel, disparó este miércoles un misil hacia Tel Aviv, a 100 kilómetros de la frontera, donde se encendieron de madrugada las sirenas antiaéreas.
"Es la primera vez que un misil de Hezbollah alcanza la zona de Tel Aviv", indicó el ejército israelí, que interceptó el proyectil.
El movimiento islamista afirmó que el objetivo del misil era la sede del Mosad, los servicios de inteligencia exterior israelí, a los que responsabiliza de "los asesinatos" de sus líderes "y de las explosiones de buscapersonas y walkie-talkies" de la semana pasada, que dejaron decenas de muertos.
Por la noche, la organización proiraní Resistencia Islámica en Irak reivindicó un ataque con drones contra la ciudad portuaria de Eilat, en el sur de Israel.
El ejército israelí señaló que había interceptado un dron procedente del este y que otro había caído cerca de Eilat, en tanto que los socorristas dieron parte de dos heridos leves en el ataque.
Irán, principal respaldo de esta alianza de grupos armados como Hezbollah y Hamás, advirtió que Oriente Medio está "al borde de una catástrofe a gran escala" y prometió apoyar a Líbano por "todos los medios", dijo su canciller Abbas Araghchi en Naciones Unidas.
"El infierno"
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que "el infierno se está desatando en Líbano" y destacó que "el mundo no puede permitir que Líbano se convierta en otra Gaza".
También el papa Francisco denunció en el Vaticano la "terrible escalada" en Líbano, calificándola de "inaceptable".
El movimiento islamista libanés abrió en octubre un frente contra Israel en solidaridad con su aliado palestino Hamás y ha prometido seguir luchando "hasta el final de la agresión en Gaza".
Este conflicto estalló con el ataque de Hamás que dejó 1.205 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluye a los rehenes que murieron o fueron asesinados en cautiverio en Gaza.
De las 251 personas secuestradas, 97 siguen en Gaza, 33 de las cuales han sido declaradas muertas por el ejército.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado hasta el momento 41.495 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.