La República Popular China cumple 75 años con un desafío clave: aumentar la tasa de fertilidad que sigue en caída
La costosa crianza de los niños y el cambio de mentalidad en los últimos años, han llevado a que el índice llegase a cerca de 1,0 hijos por mujer en 2023, por debajo de la tasa de reemplazo para el que fuese el país más poblado del mundo.
China conmemora este martes 75 años de su existencia como República Popular y afronta un grave problema: la caída de la natalidad, en descenso desde hace siete años. El alto costo del matrimonio, la presión económica y los cambios en la mentalidad juvenil, aparecen como los principales factores que han reducido este índice.
El país, que perdió el título de nación más poblada del mundo en favor de la India en 2023, según la ONU, permite desde 2021 a sus ciudadanos tener un tercer hijo.
Esta es una mirada a este problema que enfrenta China y lo que se hace para mejorarlo.
El matrimonio, primer escollo
La mayoría de nacimientos en China provienen de mujeres casadas.
Tabúes y obstáculos burocráticos dificultan tener hijos fuera del matrimonio, lo que hace que la natalidad y el matrimonio estén muy vinculados en el país.
En la primera mitad de 2024, 3,43 millones de parejas chinas se casaron, un 12,5% menos en comparación con el año anterior.
Se anticipa que el número de bodas en 2024 será el más bajo desde 1980.
La edad promedio del primer matrimonio aumentó a 31,39 años en 2023, comparado con 24,89 años en 2010.
Un hombre empuja un coche con un bebé en Beijing. | AP
Este dato significa una reducción de los años fértiles que las mujeres pasan estando casadas.
A esto se suma que el costo promedio de una boda en China es de unos 45.594 dólares, varias veces superior a la renta per cápita.
En las zonas rurales, la dote, tradicionalmente pagada por el novio, agrava la situación. Un 36% de los encuestados creen que la dote debería superar los 13.500 dólares.
Cambio de mentalidad
Según la Liga de la Juventud Comunista de China, los jóvenes están cada vez más enfocados en "vivir para sí mismos".
Las mujeres chinas reciben mayor educación, lo que cambia las dinámicas de emparejamiento.
"En China, las mujeres obtienen mejores notas desde niñas y los hombres buscan tradicionalmente una pareja en una posición más débil que la suya", dice Bin, una mujer casada sin hijos a agencia EFE.
Un hombre junto a su hijo en la Puerta de Tiananmén, Beijing. | AP
Hay un "desequilibrio" en la búsqueda de pareja debido a expectativas tradicionales.
Muchas mujeres permanecen solteras, no solo por no casarse, sino por no haber tenido nunca una relación.
También hay muchos padres esperan que sus hijas encuentren hombres con casa y automóvil, pero hay pocos que cumplan estos requisitos.
Los gobiernos locales ofrecen incentivos a familias que no pidan dote, crean espacios públicos para encuentros sociales o incluso buscan desarrollar apps de citas.
Costosa crianza
La tasa de fertilidad en China en 2023 fue de alrededor de 1,0 hijos por mujer, por debajo de la tasa de reemplazo.
China podría tener la tasa de fertilidad más baja del mundo, solo superada por Corea del Sur.
En zonas urbanas, este índice es aún menor, llegando a menos de 0,5 hijos por mujer en distritos centrales de Shanghái.
Las mujeres temen que el matrimonio y la maternidad limiten su desarrollo profesional.
El costo de criar un hijo en China hasta que se gradúe de la universidad es de unos 94.000 dólares en promedio.
Se considera que es uno de los países más caros del mundo para la crianza, en relación al ingreso per cápita.
El impacto de la desaceleración económica
La desaceleración económica y la falta de perspectivas de ingresos altos desalientan a muchas parejas a tener hijos.
En 2035, habrá más de 400 millones de personas mayores de 60 años en China, representando más del 30% de la población total.
Adultos mayores en la provincia china de Anhui. | AFP
Esto supone desafíos para los servicios públicos y la sostenibilidad de la seguridad social.
China cerró 2023 con 1.409 millones de habitantes, un 0,14% menos que en 2022.
En 2022, la población cayó en 850.000 personas, el primer descenso desde 1961.