Diana Mondino era uno de los rostros más importantes del Gobierno de Javier Milei.
AFP
El Presidente de Argentina, Javier Milei, le pidió la renuncia a quien hasta hoy era su ministra de Relaciones Exteriores,
Diana Mondino. La decisión se dio en medio de las bajas que se dieron en los últimos días dentro de la Cancillería, tras
una votación polémica a favor de Cuba en la Asamblea General de la ONU.
El vocero presidencial Manuel Adorni confirmó que el reemplazante es el actual embajador en Estados Unidos, Gerardo Werthein, de excelente relación con los hermanos Milei. No dio precisiones sobre el motivo del cambio en el Gabinete.
Mondino atravesaba momentos de debilidad desde hace meses. No participaba de actividades centrales de la agenda internacional de Milei, mientras en la Cancillería avanzaban funcionarios de línea directa con la secretaria general de la Presidencia y hermana del Mandatario trasandino,
Karina Milei.
Sin embargo, hace apenas 10 días el Presidente argentino había elogiado ampliamente a quien era su canciller en una carta que les envió a todos los integrantes del Servicio Exterior para exigirles total alineamiento con las ideas del Gobierno. Le agradecía especialmente a Mondino por "la enorme labor llevada adelante" por ella y su equipo.
El apoyo a Cuba
La salida de Mondino se precipitó cuando se conoció que Argentina había votado en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) una resolución en contra del embargo económico a Cuba, promovido desde hace décadas por el gobierno de Estados Unidos. El texto sólo contó con el rechazo de Washington e Israel y la abstención de Moldavia, mientras que los 187 países restantes aprobaron la iniciativa no vinculante.
Fuentes diplomáticas habían explicado que era un ejercicio de pragmatismo de cara al objetivo diplomático de la recuperación de las islas Malvinas. "Hubiese sido muy fuerte votar ya sea en abstención o en contra, porque en algún momento vamos a necesitar también votos por nuestro tema más central y más importante: Malvinas", explicaron las fuentes antes de la salida de Mondino.
La representación argentina en Naciones Unidas cambió de mando hace unos días. Luego del reciente desplazamiento de
Ricardo Lagorio, resistido por la secretaria general Karina Milei y el asesor presidencial
Santiago Caputo, ocupó su lugar su segundo,
Francisco Tropepi, que durante años estuvo a cargo de la representación diplomática en Israel.
Ese había sido uno de los muchos cambios recientes en la Cancillería, por influjo del "triángulo de hierro" mileísta, que tiene en el Palacio San Martín a una figura con enorme influencia: la abogada Úrsula Basset. Dos semanas atrás se produjo la salida del vicecanciller Leopoldo Sohares. Lo reemplazó Eduardo Bustamante, hasta entonces cónsul general en Montevideo. A Sohares se lo señalaba como resistente a la nueva línea de la Cancillería que estableció Milei.
Horas antes de su remoción la canciller había celebrado en su cuenta de redes sociales la decisión del gobierno de España de reponer un embajador en Argentina después del conflicto entre Milei y el presidente Pedro Sánchez. Fue lo último que comunicó como canciller.