Joe Biden habló este jueves por primera vez tras las elecciones del martes.
EFE
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, envió este jueves un mensaje a los demócratas apenados y preocupados por la victoria de Donald Trump, reconociendo que su partido ha "perdido una batalla", pero subrayando que eso no significa que estén "derrotados".
Así se pronunció Biden en su primera intervención ante la prensa desde que Trump derrotara a la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones del martes, en un discurso que tuvo como escenario la Rosaleda de la Casa Blanca, donde se congregaron decenas de periodistas, su gabinete e incluso miembros de su familia.
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Los reveses son inevitables, pero rendirse es imperdonable. Todos caemos, pero el verdadero carácter, como decía mi padre, se mide por la rapidez con la que nos levantamos", aseveró Biden, en la parte final de su discurso, donde buscó elevar el ánimo de sus seguidores.
"Recuerden, una derrota no significa que estemos derrotados. Perdimos esta batalla", dijo Biden, quien agregó: "Estados Unidos, el país de sus sueños, les llama a levantarse".
"Es la historia de América durante más de 240 años. Una historia para todos, no solo para algunos. El experimento estadounidense sigue adelante. Vamos a estar bien, pero necesitamos mantener nuestro compromiso. Necesitamos seguir adelante y, sobre todo, necesitamos mantener la fe", afirmó.
El Mandatario también aprovechó su discurso para intentar apaciguar a un país muy polarizado políticamente: "Algo que espero que podamos hacer, independientemente de a quién hayan votado, es vernos los unos a los otros, no como adversarios, sino como conciudadanos estadounidenses.
Bajar la temperatura".
Así las cosas, el líder demócrata -quizás en un afán de desmarcarse de Donald Trump cuando perdió las elecciones en 2020- insistió en que el sistema electoral estadounidense "es honesto, justo y transparente, y se puede confiar en él, se gane o se pierda".
Biden se convierte ahora en lo que en la jerga política de EE.UU. se conoce como "pato cojo", un presidente en su último periodo en el poder y con menor capacidad de impulsar medidas en el Congreso, aunque aún puede sacar adelante iniciativas mediante órdenes ejecutivas y extender perdones presidenciales.
Al referirse a esta nueva etapa, Biden aseguró que continuará trabajando por el pueblo estadounidense y destacó los logros de su administración en la recuperación de la pandemia y la inversión en infraestructuras en todo el país.
Biden dejará el poder el 20 de enero de 2025, cuando Trump será investido como nuevo presidente.