CIUDAD DEL VATICANO.- La embajadora de Chile ante la Santa Sede, Mónica Jiménez, celebró este viernes la positiva reunión que, a su juicio, sostuvieron el Papa Francisco y la Presidenta Michelle Bachelet, y destacó la cercanía que tiene el Sumo Pontífice con la Mandataria y con las "dificultades" que ha tenido en los últimos meses.
Tras acompañar a la Jefa de Estado hasta el Palacio Pontificio Vaticano, la representante de nuestro país ante la cabeza de la Iglesia Católica sostuvo que "yo sé que él la estima mucho, yo sé que él la admira, yo sé que considera que está haciendo bien las cosas".
"Él sabe de todas las dificultades que está pasando, y yo creo que por eso mismo fue como un padre, como un gran pastor que la acogió con un inmenso cariño, que era por lo menos a lo que yo aspiraba que pasara", explicó.
Consultada sobre cómo supo sobre el pensamiento de Jorge Bergoglio sobre Bachelet, Jiménez recordó que "cuando yo presenté mis credenciales, lo primero que me dijo es que 'yo sé que usted viene de Chile, yo admiro y quiero mucho a su Presidenta'".
"Entonces, yo sé que él la admira, que la quiere y sabe lo que está haciendo y las dificultades que está teniendo (…) pero él cree que es una de las personas que está trabajando en el sentido que la enseñanza social de la Iglesia nos dice: por una mayor inclusión, una mayor justicia y mirando al pueblo, que es lo que a él le interesa", enfatizó.
En cuanto a su opinión sobre la extensión del encuentro, el cual se ubicó entre los más largos que ha tenido Francisco con un jefe de Estado durante su período, explicó que "lo único que la Presidenta había pedido y que yo lo transmití -porque preguntaron si ella tenía algún deseo en especial- es que el Santo Padre le dedicara tiempo, nada más".
"Dijo 'lo que quiero es una conversación tranquila, una conversación donde no estemos en la urgencia del reloj', y yo creo que eso se dio. Fue una conversación muy serena, muy tranquila, donde ella se sintió muy acogida y donde el Santo Padre estuvo con una de las presidentas que él admira. Eso lo sé porque me lo dijo a mí, no porque haya estado yo ahí", añadió.
Finalmente, la diplomática mostró uno de los regalos que la delegación nacional recibió de parte del Santo Padre, el cual consistía en una medalla recordatoria del aniversario del segundo año del inicio del pontificado de Jorge Bergoglio en Roma.