"En Chile no hay un proyecto de sociedad en el cual el mundo empresarial se sienta invitado a participar", afirma el arzobispo.
El Mercurio
SANTIAGO.- El arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomalí, presentó una nueva carta pastoral donde realiza un crudo análisis –que él califica de "realista"– de la situación que enfrenta actualmente el país, tanto en el ámbito político como social.
En el documento, el sacerdote advierte que en Chile "se percibe la ausencia de un proyecto homogéneo de sociedad que las personas en su conjunto quieran construir", el que "ha sido reemplazado por múltiples demandas y exigencias sectoriales que encuentran eco en un grupo de personas que utilizan los medios de comunicación social para visibilizarlas y no tienen otra aspiración que lograr sus objetivos en el menor plazo posible".
Afirma que "dada la escasa o nula educación cívica que reciben los jóvenes en sus casas y colegios, y el escaso conocimiento de los procesos propios de la democracia, las solicitudes son muchas veces irrealizables, al menos en el corto plazo" y que estos grupos muchas veces "logran su cometido a través de actos que desestabilizan la paz social, llegando incluso al uso de la violencia".
A esto se suma que existe una "percepción cada vez más generalizada de lo ineficaz e irrelevante del Estado y sus poderes dado que, en virtud de sus protocolos y sus tiempos, no suelen encontrar respuesta a las demandas ciudadanas, que en general son de corte inmediatista".
Agrega que "este fenómeno –que las personas perciben como ausencia de autoridad– es el lugar más propicio para que surjan caudillos y focos de violencia".
En tanto, Chomalí afirma que el Poder Legislativo "ha terminado convirtiéndose en una mera notaría de los gustos y deseos individuales o grupales".
Especulación y boletas falsas
Por otro lado, estima que la búsqueda exacerbada de rentabilidad ha derivado en obtener ganancias especulando o saliendo de los dictados de la ley y la ética. "Los escándalos financieros que hemos visto en este tiempo en Chile y el mundo, encuentran en ello parte de explicación. Muchos creen que lo importante es obtener dinero, pero no se cuestionan el modo cómo lograrlo. Las boletas ideológicamente falsas confirman esta tesis", sostiene.
También afirma que "en Chile no hay un proyecto de sociedad en el cual el mundo empresarial se sienta invitado a participar con entusiasmo. Así se explica la resistencia al cambio en materia tributaria, laboral y educacional".
Monseñor Chomalí también aborda la situación de la Iglesia y afirma que "resulta cada vez más difícil generar un proyecto eclesial común" y que "los carismas al interior de la Iglesia son vistos por muchos de sus seguidores como 'el modo' de hacer Iglesia, relegando a un segundo plano aquello que viene como orientación de los obispos".
Agrega que, así como existe poco interés de los jóvenes en participar en procesos eleccionarios y militar en un partido político, "en lo que a la Iglesia se refiere, año a año disminuye el número de personas que se declara católico y que participa en la vida sacramental". "Sólo el número de liturgias de exequias no ha variado sustancialmente", apunta.
También menciona que "en estos últimos cuatro años, dos importantes estaciones televisivas han cambiado de dueño. (...) En este contexto, resulta más relevante cuántos autos salieron y cuánto marisco se vendió, que el número de personas que asistieron a las celebraciones litúrgicas en Semana Santa".