SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet, entregó hoy la carta de nacionalización a 65 refugiados palestinos asentados en Chile desde 2008, provenientes de Irak, donde se encontraban en precarias condiciones de vida en el campamento de Al-Tanf, en la frontera con Siria.
"Hoy comienza una nueva vida para 65 personas. Las cartas de nacionalización que les estamos entregando acreditan que a partir de ahora, son chilenos y chilenas con plenos derechos y deberes", sostuvo la Mandataria durante la ceremonia.
En ese contexto, Bachelet también rindió homenaje a las millones de personas de todo el mundo que se han visto obligadas a abandonar sus hogares producto de la violencia y la persecución.
"Me refiero a los cerca de 60 millones de desplazados por la guerra y por otras situaciones extremas. Particularmente a los refugiados, aquellos que han encontrado cobijo, paz y esperanza en tierras ajenas y muchas veces distantes, geográfica y culturalmente", aseveró la Presidenta.
En la ocasión, se conmemoró el Día Nacional de los Refugiados, que se celebró el pasado sábado 20 de junio.
Respecto a la situación que afecta a estas personas, la Mandataria señaló que al Gobierno de Chile le gustaría "terminar con las guerras y con la violencia, con las hambrunas y con todo aquello que provoca desplazamientos forzados y la necesidad de buscar refugio", unos objetivos que demandan un "trabajo cooperativo y de largo aliento".
En 2010 Chile incorporó en su legislación los principios internacionales sobre refugiados de la Convención de 1951.
Actualmente se está dando refugio a 1.833 personas, provenientes de distintas partes del mundo y, de forma permanente, sigue evaluando nuevos casos y solicitudes.
El Programa de Reasentamiento de Refugiados Palestinos surgió el año 2007 cuando, en base a consideraciones humanitarias y a solicitud de la comunidad internacional, a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Gobierno de Chile accedió a recibir y reubicar en el país a un grupo de refugiados palestinos provenientes de Irak, que se encontraban en el campamento ubicado en la frontera con Siria.
En los meses de abril y mayo de 2008 llegaron 28 familias, 116 personas en total, que fueron ubicadas en las localidades de La Calera y San Felipe, en la región de Valparaíso, y en los municipios santiaguinos de Ñuñoa y Recoleta.
El objetivo fundamental del programa, fue entregar a los refugiados protección y asistencia para que lograran insertarse en la sociedad chilena y vivir en paz.
Con el fin de cumplir dicho objetivo, se diseñó un proyecto de integración que duró dos años y que incluyó la enseñanza del idioma español, inserción laboral y facilidades para comprar una vivienda a través de subsidios habitacionales del Estado.
La Embajada del Estado de Palestina en Chile, la Federación Palestina y otras organizaciones de la colectividad, incluyendo representantes de la Mezquita As-Salaam y de las comunidades palestinas y árabes de las localidades donde se establecieron los refugiados también participaron activamente en la inclusión.