SANTIAGO.- Diversas irregularidades que apuntan principalmente a funcionarios y al mismo tiempo dirigentes de la Federación de Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), detectó la Contraloría General de la República en el Hospital Van Buren de Valparaíso, tras recibir una denuncia anónima.
La investigación especial determinó en primer lugar que, Cecilia Alday Riveros, presidenta del gremio, "efectuó actividades particulares de docencia a alumnos de la carrera de Técnico de Nivel Superior en Enfermería, remuneradas por el Centro de Formación Técnica ICCE los días 4, 1 1, 18 y 25 de julio, y 1 y 8 de agosto, todos de 2014".
El problema, según se explicó, es que las clases se ejecutaron "en jornadas que coinciden con las horas extraordinarias asignadas y pagadas por el hospital por la suma de $41.691".
Al mismo tiempo según el informe emitido por la Contraloría, "se constató que don lván Alday Riveros, don Moisés Sagredo Bordón y doña Marcelina González Ayala, en el año 2014, percibieron improcedentemente por concepto de cuarto turno, las sumas de $2.340.810; $3.985.698 y $6.155.074, respectivamente, debido a que tales funcionarios no cumplieron con la rotativa de turno a la cual estaban adscritos".
Es por esto que el ente fiscalizador solicitó en su informe entregado el pasado 18 de junio, la reintegración de los dineros indebidamente recibidos a todos los funcionarios antes mencionados.
A su vez la Contraloría resolvió que tal como se había acusado, se habían realizado inmerecidos aumentos de grados a funcionarios "que incumplirían sus jornada y/o que desempeñarían su labor con malos tratos al usuario".
Lo anterior se debe a la no realización de un sumario en contra de María Pérez Salazar, acusada de maltrato por los pacientes del centro asistencial, a pesar de que "el hospital les informó que efectuaría una investigación a los denunciantes, la que no se dispuso incoar por la autoridad".
"En consecuencia, esa entidad debe instruir el proceso disciplinario comprometido en su respuesta, remitiendo a este organismo de control, en un plazo no superior a 15 días hábiles", ordena el documento.
Además el organismo verificó que los fondos recaudados en las cajas de emergencia en el Hospital Van Buren "son guardados en bolsas, cajas de cartón y cajones de escritorio, lo que no asegura su integridad".
En esa misma línea, la investigación de la Contraloría evidenció que en el hospital porteño se realizó el uso indebido de claves de acceso a los sistemas de información, emisión de certificados con rúbrica de jefatura que se encontraba con licencia médica.
Por último se comprobó la falta de información relativa a cursos de capacitación, el uso de estacionamiento y entrega de alimentación a dirigentes de la Fenats.