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Del AVP al Acuerdo de Unión Civil: Los obstáculos que el proyecto tuvo en su camino

La iniciativa, que permitirá a parejas del mismo sexo y heterosexuales regularizar su relación, concentró críticas y encendidos debates que la mantuvieron desde 2011 en el Congreso para recién ser promulgada en abril de este año.

09 de Julio de 2015 | 12:30 | Por Verónica Marín, Emol
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A partir de hoy las parejas pueden pedir hora y fecha para las ceremonias que comenzarán a realizarse el 22 de octubre.

Aton Chile
SANTIAGO.- Cuatro años debieron transcurrir para que desde hoy jueves tanto parejas heterosexuales como homosexuales pudieran acercarse a las oficinas de todo el país del Registro Civil e inscribirse para contraer el Acuerdo de Unión Civil (AUC).

Y el camino no fue fácil en el Congreso. La Alianza volvía al Gobierno tras 25 años de la mano de Sebastián Piñera, quien generó diversas reacciones cuando en su franja el presidente de la Fundación Iguales, Luis Larraín, invitaba a creer en el entonces candidato bajo la promesa de respaldo a las parejas del mismo sexo.

Tras varias tensiones al interior del conglomerado, el martes 9 de agosto de 2011 el ahora ex mandatario dio a conocer su proyecto respecto a la regulación de las uniones de hecho. Y si bien reiteró que el matrimonio "debe ser entre un hombre y una mujer", esto -decía- "no me impide reconocer que existen otras formas de relaciones afectivas". Así nacía el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).

Éste era un contrato que pretendía que dos personas, del mismo o distinto sexo, regularan los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común y que no alteraba el estado civil de los contratantes. Dicho punto marcaba una diferenciación con las bodas, uno de los aspectos más defendidos por la Alianza.

Tres años después, cuando Michelle Bachelet volvía a La Moneda, la polémica en la Cámara Alta se centraba en cómo el AVP -creado por el senador Andrés Allamand- debilitaba el matrimonio. De hecho, representantes de la UDI sostenían que éste debía sólo regir para relaciones gay, puesto que para "las parejas heterosexuales no había necesidad de crear una institución menor y con menos obligaciones".

En la Nueva Mayoría, en tanto, sentenciaban que el acuerdo "no es más que un matrimonio disfrazado". Otros más radicales, como el pastor evangélico Javier Soto, anunciaban que los parlamentarios irían "al infierno" por aceptar la unión entre personas del mismo sexo.

Y al debate se incorporaba un nuevo elemento: cambiar el nombre del proyecto a Pacto de Unión Civil (PUC). Ello, generó la reacción del rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien pedía que la modificación no se concretara por la coincidencia de las siglas con la institución que él representaba. ¿Resultado? La Sala rechazó la idea por 26 votos en contra y sólo 6 a favor.

Acuerdo de Unión Civil (AUC)

Fue así como se llegó a enero de este año. El AVP avanzaba firme y la comisión de Constitución de la Cámara daba un paso importante al aprobar que los matrimonios entre parejas del mismo sexo celebrados en el extranjero operen en Chile bajo los términos del proyecto.

Acto seguido, la nomenclatura de la iniciativa sufrió un nuevo cambio: Acuerdo de Unión Civil (AUC), que vio luz verde el 13 de abril pasado para promulgarse con las mismas bases de su espíritu inicial y otorga un nuevo estado civil a los contrayentes, que serán denominados convivientes civiles.

Ello, les implicará derechos y deberes como el cuidado de los hijos, el acceso a la salud y la posibilidad, frente a disputas, de acudir a los tribunales de familia.

Estimaciones del Gobierno señalan que más de dos millones de personas podrán suscribirse al AUC, que recién se hará realidad el 22 de octubre cuando entre en vigencia oficialmente la ley 20.830.
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