El Presidente de Ecuador, Rafael Correa.
EFESQUITO.- El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró este sábado que las protestas de la oposición en contra de su administración han "parado" muchas las inversiones en el país y han afectado actividades económicas, como el turismo.
El gobernante recordó que el primer trimestre de este año hubo un crecimiento del 3%, esto "pese a que los precios del petróleo estaban muy bajos".
No obstante, Correa explicó que en el segundo semestre el índice de actividad económica empieza a decrecer, pese a que hubo una recuperación de los costos del crudo en el mercado internacional.
El Mandatario atribuyó el hecho a "todas las bullas, por todas las manifestaciones que han parado muchas inversiones, han perjudicado el turismo, ha perjudicado a la actividad económica".
Por eso, "probablemente (...) en el segundo trimestre, lamentablemente, tendremos una muy baja tasa de crecimiento o probablemente, incluso, un crecimiento negativo".
Las manifestaciones estallaron en junio pasado cuando Correa envió a estudio del Poder Legislativo dos proyectos que buscaban aumentar los impuestos a las herencias y la plusvalía. Iniciativas que más tarde el mismo jefe de Estado retiró luego "temporalmente".
Pero el retiro no frenó las protestas y los críticos al Gobierno insisten en pedir el archivo definitivo de los dos proyectos de ley. Mientras que el Ejecutivo instó a un diálogo nacional sobre los mismos y sobre el tipo de sociedad en la que quieren vivir los ecuatorianos.
Aunque el Gobierno asegura que estas subidas de los mencionados impuestos, no afectarían a los pobres ni a la clase media, quienes protestan argumentan que sí lo harían y que las pequeñas empresas y propiedades se podrían ver afectadas por estas medidas.
Además, se han levantando otras reivindicaciones durante las movilizaciones, como la reforma de la Constitución para permitir la reelección indefinida de los cargos de elección popular, incluido el del presidente.
Indígenas se suman a movilizaciones
Hoy además la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, resolvió convocar a todas las bases de los pueblos y nacionalidades del país al "Gran Levantamiento en unidad con los sectores sociales y el pueblo ecuatoriano en todas las provincias". A la vez que ratificaron, su "posición firme de No al Diálogo con el gobierno nacional".
Con ello, resolvieron "unificar y converger con la agenda de los sectores sociales para encaminar una paralización conjunta y sincronizada que se inicie el 2 de agosto con la marcha de los pueblos desde el sur, el 10 de agosto con el levantamiento indígena y el 13 de agosto el paro nacional indefinido del pueblo".
Por su parte, Correa pidió a sus seguidores que ante el anuncio de las manifestaciones de agosto, respondan con más trabajo y recordó que está prohibida la paralización de servicios básicos, como salud, educación, entre otros.
"El 13 de agosto vamos a hacer exactamente lo contrario de lo que nos dicen siempre. Vamos a trabajar con mucho más ahínco, con mucho más cariño para seguir construyendo la patria nueva", concluyó el Presidente de Ecuador.