SANTIAGO.- "Nos tenemos que dar cuenta de que hay ciertas actividades en el país, como la defensa y también el sistema de educación superior, que tienen que tratarse con criterio estratégico", afirma el profesor Juan Carlos Letelier, vicepresidente del Senado de la Universidad de Chile.
El académico muestra inquietud frente al escenario que presenta la reforma a la educación, especialmente en la perspectiva de los plazos que se acercan y un segundo semestre que se prevé agitado, tanto en el Congreso como fuera de él.
"Estamos viviendo algo así como un tsunami en cámara lenta", declara el docente universitario en conversación con Emol.
Letelier hace notar que pese a que se fijó el "plazo fatal" de 2016 para establecer la gratuidad en instituciones de educación superior, de acuerdo a los lineamientos fijados por el Ejecutivo, todavía falta por presentar el proyecto de ley respectivo.
Cuando ello ocurre, prevé, "probablemente sufrirá muchos cambios en la discusión, y ello coincidirá con un cierto nivel de conflictividad social".
"¿Qué va a pasar en 2016? Todavía nadie lo sabe, pero muchos jóvenes y sus familias tienen hoy una pregunta práctica" relacionada con saber si el próximo año deberán disponer recursos para la educación superior o no.
"Esta suma de cosas que incluye estas fechas límite, los problemas prácticos que genera esa incertidumbre en las personas y la evidencia de las promesas incumplidas produce genuinamente ansiedad", explica.
Al mismo tiempo, advierte, la discusión sobre la gratuidad probablemente coincidirá con el abordaje de otros asuntos de gran envergadura en el país, que incluyen el cambio constitucional y la reforma en la salud, puesta nuevamente sobre la mesa.
"Esto es una receta para fomentar las movilizaciones sociales, que pueden tener muchas formas", estima.
En este plano, Letelier desestima que la proximidad de las elecciones en las federaciones estudiantiles genere "estasis" (estancamiento). "Creo que algunos sectores están leyendo mal el escenario", asevera.
Volver a crear un "sistema regulado"
Si bien el académico e investigador en neurobiología coincide en que el sistema de educación superior "requiere una reforma", ella no puede desconocer hechos como que el país ha creado nada menos que 57 universidades (incluyendo las que han sido cerradas), con un aumento explosivo en la oferta de carreras sin que exista certeza sobre el campo laboral que encontrarán sus titulados.
Al mismo tiempo, existen universidades que reciben el aporte sin ninguna obligación de generar investigación ni desarrollar carrera académica entre sus docentes.
"La División de Educación Superior (Divesup) se ha transformado en una máquina de pagar aranceles, lo que fomenta esta 'maquinita' que hace crecer" la matrícula, describe.
Por ello, argumenta, es necesario "volver a crear un sistema regulado" y generar "un sistema estatal de instituciones que tenga calidad, y con una matrícula con tamaño suficiente para aceptar muchos más alumnos que ahora", con una expansión en la proporción de 1 a 2.
En este plano, recordó que la OCDE recomendó en 2009 que el dinero invertido por Chile en educación terciaria debería multiplicarse por dos.
El investigador recuerda que las propuestas que reciben mayor respaldo entre los rectores apuntan al financiamiento estatal centrado en la docencia, para garantizar gratuidad en el pregrado, a cambio del cumplimiento de prerrequisitos de calidad.
El resto de los costos de las instituciones debería ser financiado a través de programas de posgrado y proyectos.
"La idea actual de subsidio a la demanda, o voucher a los estudiantes, no puede existir, porque implica que el Estado pierde la posibilidad de usar los recursos destinados a educación superior de manera estratégica", recalca.
El académico indica que el Senado Universitario emitirá el próximo 10 de agosto su posición en torno a las reformas, "y probablemente esa postura va a ser muy compartida por el sistema de educación superior".
