Durante dos horas declaró como imputado el fiscal regional de la zona metropolitana oriente, Alberto Ayala.
El Mercurio (Archivo)
SANTIAGO.- "Nunca tuve contacto con el ministro Rodrigo Peñailillo ni con ningún personero de Gobierno, por ningún caso", dijo hoy el fiscal Alberto Ayala, en su declaración como imputado en el marco de la investigación en su contra por presuntas filtraciones de antecedentes de la causa SQM al Ministerio del Interior.
Según detallaron a Emol fuentes que conocen la diligencia, el jefe regional metropolitano Oriente recalcó ante su par de Tarapacá, Manuel Guerra -a cargo de la indagatoria- que sólo coincidió con el ex ministro de Estado en actividades protocolares, específicamente en su rol de fiscal nacional subrogante, negando de esta manera cualquier participación en actos que pudiesen ser constitutivos del delito de violación de secreto.
Las mismas fuentes agregan que durante las dos horas de interrogatorio -en la que estuvo acompañado por su abogado Cristián Muga- Ayala también se refirió a la querella en cuestión presentada el viernes 9 de enero por el Servicio de Impuestos Internos (SII) -que daba pie para investigar delitos tributarios desde 2009 a 2014-, asegurando que no tuvo conocimiento de la misma hasta tres días después.
Ello, coincide con la declaración que ayer entregó como testigo el fiscal Carlos Gajardo -quien al momento de los presuntos ilícitos se encontraba liderando el caso SQM- donde afirmó que comunicó a su superior de la acción judicial recién el día lunes 12 de enero porque el viernes anterior, cuando recibió la notificación del tribunal, estaba tomando declaración al ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, actualmente formalizado en la causa en cuestión.
Molestia del gobierno y constantes presiones
Durante la ronda de interrogatorios que lideró el fiscal Guerra, nuevamente los ex directivos del SII, Michel Jorratt y Cristián Vargas -quienes comparecieron hasta el Ministerio Público la semana pasada- aseguraron que hubo intención por parte del Gobierno de frenar acciones judiciales que pudiesen perjudicar al oficialismo.
En su declaración, Vargas -quien el momento de los hechos se desempeñaba como subdirector jurídico del órgano fiscalizador- detalló cómo fue la conversación que tuvo con Jorratt -en ese entonces jefe del SII- el día 9 de enero de 2015, horas después de estampar la querella ante el 8° Juzgado de Garantía de Santiago.
Según agregó, en una conversación con su director, éste le transmitió la molestia que había generado en Rodrigo Peñailillo la presentación del libelo sin previo aviso al gobierno, razón por la cual estaba "indignado".
Lo anterior, porque dicha acción judicial permitía a la Fiscalía conocer la contabilidad de la empresa SQM durante el periodo tributario 2009- 2014 y el alcance que ello podría tener podía perjudicar a La Moneda.
Vargas añadió que en este escenario, Jorratt le explicó que un fiscal de la Nueva Mayoría alertó a Peñailillo que dicha querella daba pie para una investigación fiscal, pero negó que éste fuera Carlos Gajardo o Pablo Norambuena.
Sí podía ser un jefe del Ministerio Público, continuó el abogado, aunque Jorratt no le pudo asegurar que se tratara de Alberto Ayala.