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Santiago: Martes 03 de diciembre del 2024 | Actualizado 15:32
En octubre de 2006 se remataron bienes por US$ 4 millones en Santiago. Se trataba de cinco propiedades, una de las cuales estaba avaluada en más de $1.400 millones. Pero esta cantidad de bienes no era de un empresario exitoso, sino que de un hombre que ni siquiera fue al colegio: Carlos Mario Silva Leiva, más conocido como "El Cabro Carrera", a quien se le atribuye el tráfico de más de 600 kilos de cocaína y lavado de dinero por más de US$ 100 millones. El capo narco falleció en 1999 en medio de una investigación por tráfico de drogas en su contra.
Afable, cariñoso con los niños y bondadoso con sus vecinos más pobres. Pero cuando veía a un rival sólo quería eliminarlo. Su personalidad, según una psicóloga, era parecida al personaje "Tony Soprano". La descripción corresponde a Manuel Fuentes Cancino, alias "El Perilla", quien está en la cárcel desde 1993. Nacido en La Legua, comenzó su carrera delictual en los '70 para luego viajar a Italia para radicarse en Nápoles, donde no se descarta que se involucrara con la "Camorra". Al volver a Chile, compró una fábrica de cecinas, una línea de taxis y caballos finasangre.
Hasta el año 2043 deberá permanecer en prisión Alejandro Cavieres Domínguez, el conocido narco de la población La Victoria en Pedro Aguirre Cerda. Líder de los "Car'e Jarro", nunca se cambió de barrio y movía cantidades de droga que llegaban a los $100 millones mensuales, con lo que logró acumular 25 propiedades, 17 vehículos y 13 caballos de finasangre. Cuando fue desbaratada su banda, la policía incautó fusiles de guerra, pistolas y más de 2 mil municiones. Todo el clan fue condenado a más de 200 años de prisión.
Al menos 10 son las operaciones que se realizó Carolina Ureta Aránguiz para embellecerse. Una especie de "narcoenchulamiento", como lo catalogó la PDI en 2013, tras detenerla y acusarla de tráfico de grandes cantidades de estupefacientes. "La diosa de los narcos", vivía en una parcela de 5 mil metros cuadrados en Chicureo y se jactaba de tener una cava de 500 botellas de vino de alto valor. Había heredado el negocio de su pareja y al momento de ser arrestada se iba a cambiar de casa, a una mucho más espaciosa.
Usando todas las técnicas que aprendió cuando llegó a ser capitán de fragata, Jesús Sáez Luna logró huir varias veces. Este inédito caso salió a la luz en 2012, cuando la PDI logró arrestarlo y acusarlo de ser el mayor traficante de Viña. Al momento de su captura, tenía más de 150 kilos de droga. La investigación determinó que operaba como "un verdadero capo de la mafia", pues él mismo hacía los contactos con los proveedores, luego trasladaba la droga, la escondía y después la vendía. "Mientras menos bocas, más tocas", era su dicho.
