SANTIAGO.- En las próximas semanas el Congreso Nacional deberá decidir si aprueba o no el proyecto que este jueves firmó la Presidenta Michelle Bachelet, que crea la nueva región de Ñuble.
De dar luz verde a la iniciativa, la nueva área pasará a ser la que tiene menor superficie del país, con 13.178,5 kilómetros cuadrados y será seguida por la Metropolitana que tiene 15.389,29 km2. También será la que tiene la menor longitud de costa con 58,10 kilómetros, a excepción de la capital que no posee mar.
En este contexto, los cambios que se vienen desde el punto de vista de las instituciones para la zona y el Estado son significativos.
Nuevas autoridades
La región de Ñuble tendrá como capital la comuna de Chillán y estará dividida en tres provincias: Punilla, cuya capital será San Carlos; Itata, con capital en Quirihue; y Diguillín, cuya capital será Bulnes. Con esto, deberá nombrarse a un intendente y a los tres gobernadores respectivos.
Así, deberán crearse también las respectivas secretarías regionales ministeriales (Seremis) y direcciones regionales de servicio público. Hay algunas que ya existen, como la de Salud, que ya tiene su división en la provincia de Ñuble.
A esto deberá sumarse una oficina regional de la Contraloría General de la República y un Tribunal Electoral Regional.
Desde el punto de vista físico, será necesario edificar las nuevas sedes provinciales, que no existen, en las capitales ya mencionadas. En tanto, el recinto que alberga actualmente a la gobernación de Ñuble en Chillán podría convertirse en la nueva Intendencia.
Beneficios en inversión
Según explica a Emol el director de la escuela de Derecho de la Universidad Mayor, Williams Valenzuela, en ese sentido el hecho de que las reparticiones del Estado, como los ministerios, estén más cerca permitirá un aumento de la inversión en la zona.
Eso sí, va a depender de que la asignación de recursos sea más focalizada.
En este sentido, a juicio del académico, la ciudad más beneficiada será Chillán por ser la nueva capital regional.
“Chillán, por ejemplo, es un polo de desarrollo importante que se va a ver beneficiado con este cambio y eso ayudaría al fomento de la inversión en la zona. Va a tener su gobierno regional, entre otras reparticiones”, sostiene.
Esta nueva realidad debería cambiar los altos índices de pobreza que posee la zona, que presenta 19,6% en ese ítem y 4,9 por ciento de indigentes.
Asimismo, con la división administrativa la nueva región de Ñuble se convertiría en la que tiene el Índice de Desarrollo Humano más bajo del país, sólo siendo superada por Maule, Araucanía, Los Ríos, según un estudio elaborado por la Universidad de Concepción.
Impacto en la vida cotidiana
Si bien se enumeró una serie de cambios a partir de la creación de esta nueva área administrativa, a nivel social el impacto sería menor.
Para Valenzuela, el gran problema en la Región del Biobío pasa por las grandes distancias para hacer trámites en los organismos centrales, radicados, en su mayoría en Concepción.
“Pero ahora las autoridades administrativas van a estar más cerca, lo que es un beneficio ya directo para las personas que viven en esa zona. Pero no hay cambios de fondo”, afirma.
Lo anterior se debe a que la modificación territorial sólo llevará a la zona una mejora en el ámbito administrativo, mas no en el social.
Por ejemplo, no debería haber aumento de dotación en la parte judicial, pues la zona ya cuenta con una Corte de Apelaciones. Lo mismo ocurriría en el caso de las policías.
Lo que sí deberá crearse es una nueva sede del Ministerio Público, pues sólo hay fiscalías locales.