SANTIAGO.- Con la demolición de la infraestructura dañada en el sector de Playa Blanca, a la altura del Reloj de Sol, la municipalidad de Viña del Mar inició este martes la recuperación del borde costero que resultó afectado por las intensas marejadas que se registraron el 8 de agosto debido al sistema frontal.
La alcaldesa Virginia Reginato fue la encargada de supervisar estas obras que consideran, en primera instancia, el derrumbe de las estructuras dañadas de las playas Blanca y El Sol, las que resultaron más perjudicadas y cuyo estado actual constituye un riesgo para la seguridad de visitantes.
Las obras consideran una inversión de $198 millones, correspondientes a recursos municipales provenientes del Plan de Mantención Comunal.
"Estamos sacando los restos que quedaron tras las últimas marejadas, los que revisten un riesgo para quienes circulan en este sector del borde costero. Tenemos programado, también despejar los escombros y de a poco recuperar esta hermosa y tradicional playa", señaló la jefa comunal.
Asimismo, indicó que "estamos muy orgullosos de nuestro borde costero, por ello haremos todos los esfuerzos para que esté en óptimas condiciones en la próxima temporada estival y siga siendo un lugar de paseo familiar".
Patricio Moya, director del Área de Operaciones y Servicios del municipio, destacó que los trabajos de recuperación se iniciaron tal como se presupuestó, es decir, a 15 días de ocurrido el temporal.
También se informó que esta primera etapa considera también eliminar los miradores dañados del parque del borde costero y del parque San Martín, así como la reformulación del talud, desplazándolo hacia los jardines, lo que permitirá emplazar un nuevo paseo.
El plan integral de recuperación del borde costero, dado a conocer la semana pasada por la alcaldesa Reginato, contempla una inversión total de $400 millones para su primera etapa.