SANTIAGO.- Un vuelco se produjo en el mediático caso de C.S.S. (17) y F.O.O. (17), los jóvenes detenidos frente al Servicio Médico Legal (SML) de Santiago que habían sido sindicados como autores del asalto a una joyería del centro de Santiago.
Al día siguiente de los hechos, durante la audiencia de control de detención, el defensor público juvenil de ambos detenidos, Francisco Concha, expuso certificados del Liceo de Tiltil y del Hospital San José que acreditaban que a la hora del asalto, uno de ellos cumplía una de varias sesiones de kinesioterapia por una rotura de ligamentos, mientras que el otro lo acompañaba.
Sin embargo y para sorpresa de los asistentes, la veracidad de los documentos no convenció al juez de garantía suplente Cristián Ramírez, quien los dejó en internación provisoria, pese a que no tenían antecedentes penales.
Los jóvenes alcanzaron a permanecer ocho días en un recinto del Sename.
Corte revoca
Con los mismos antecedentes, la defensa de los imputados recurrió a la Corte de Apelaciones para que revisara la prisión de los menores.
En la instancia, la Fiscalía se allanó, siendo el propio fiscal Claudio Peña quien solicitara la revocación de la internación provisoria para conmutarla por arresto domiciliario nocturno.
Pruebas de la inocencia
El certificado del Liceo de Tiltil presentado por la defensa al juez de garantía acreditaba que F.O.O. salió del liceo cerca de las 9:00 del miércoles 9 de septiembre, para continuar su tratamiento de kinesioterapia por la rotura de ligamentos que sufrió jugando fútbol.
Según el defensor público, el profesor jefe explicó que autorizó a su compañero C.S.S. a acompañarlo. Tomaron el bus Tiltil-Santiago y llegaron al terminal de avenida La Paz, cerca del SML, poco antes del tratamiento.
El segundo certificado fue emitido por una kinesióloga del Hospital San José, acreditando que los jóvenes estuvieron en la sala de terapia entre las 11:30 y las 12:20 horas.
Según Francisco Concha, todo lo anterior acreditaba la inocencia de sus defendidos, pues que si el asalto fue a las 12:30, ellos no podían haber estado a esa hora en la joyería de calle San Pablo.