NUEVA YORK. - Sensación de triunfo. Ese era el sentimiento que predominó entre los miembros de la delegación que acompañó a la Presidenta Michelle Bachelet en el inicio de su vuelo hacia Nueva York para participar en la 70ª Asamblea General de la ONU, el cual se inició dos horas después de conocer la sentencia leída por el presidente de la CIJ, Ronny Abraham, en Holanda.
Altas fuentes de Gobierno detallaron durante el trayecto que la Mandataria no necesitó de un mayor análisis para emitir la declaración a la prensa, en la que subrayó que Chile no perdió ni perderá soberanía, ya que a su juicio quedó claro que La Paz no podrá cumplir su principal promesa, que es lograr una negociación que termine con una salida propia al Océano Pacífico.
Ese fue el mensaje que también expresó más tarde el agente de Chile ante La Haya, Felipe Bulnes, quien luego de sostener una conversación telefónica con Bachelet remarcó ese punto y dio señales de tranquilidad ante el adverso escenario.
Por ello, si bien están conscientes de que ante el evidente triunfo Bolivia -en esta etapa procesal- contará con una potente herramienta comunicacional, entre los miembros de la comitiva abunda la confianza y la serenidad de cara al siguiente paso del proceso.
Según las mismas fuentes, la decisión de presentar las excepciones preliminares fue destacada como un acierto, debido a que en esta etapa se logró "podar" o "recortar" las bases de la demanda altiplánica.
Tal como detallaron, en La Moneda siempre supieron el riesgo de derrota que existía al solicitar la incompetencia, pero el razonamiento fue jugarse todas las cartas y usar todos los derechos permitidos por la Corte para defender su postura y evitar así reproches internos como los vistos tras el juicio con Perú.
De este modo, y al contrario de lo que se puede apreciar a primera vista, en el Gobierno consideran el veredicto de la Corte como el mejor escenario de cara a la elaboración de la contramemoria nacional, en la cual pretenden demostrar al tribunal que Chile siempre ha estado abierto al diálogo y que si bien las negociaciones entre ambos países han existido, siempre han fracasado por el veto boliviano.
La lectura del Ejecutivo es que mientras Bolivia agotó todos sus recursos en la fase preliminar, Chile guardó todo su "arsenal" de argumentos para la discusión del fondo de la demanda, donde esperan desvirtuar la teoría paceña.
Diplomacia pública
En cuanto a la necesidad de reforzar el aspecto comunicacional de la postura chilena de cara a los dos años que durará el nuevo proceso, según calculan en el Gobierno, desde el Ejecutivo reconocen que habrá que tener una actitud más activa en ese sentido, pero descartan elaborar una estrategia más agresiva que la vista hasta ahora.
En esa línea, comentan que es posible que el despliegue internacional de los ex Presidentes Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera aumente en el futuro, al igual que el de los parlamentarios y otras autoridades.
Sin embargo, se seguirá optando por la sobriedad y el no estar permanentemente contestando a los emplazamientos del Presidente Evo Morales y otras autoridades bolivianas.
De hecho, ante una eventual utilización del triunfo en la Corte por parte del Mandatario en la Asamblea General de la ONU, se responderá sólo de forma escrita a través de una declaración de Cancillería.
