SANTIAGO.- Domingo Cofré, el único acusado por el homicidio de la joven estadounidense Erica Hagan ocurrido en septiembre del año pasado,
insistió en que no es culpable del crimen.
La muerte de la psicóloga, quien se desempeñaba como profesora de idiomas y cuyo cadáver fue encontrado en un departamento al interior del Colegio Bautista de Temuco, conmocionó a la capital de la Región de La Araucanía.
"No soy un asesino. Soy inocente, no he hecho nada malo", afirmó Cofré, quien sigue bajo arresto domiciliario. "Nunca pensé que me iban a responsabilizar".
"Me han puesto como el asesino de Erica Hagan y no lo soy", insistió, en una entrevista concedida al programa "Informe Especial" de TVN.
Según el hombre, quien trabajaba como guardia en el recinto educacional, fue "presionado" por la policía para lograr su confesión.
"Me sacaron para un pasillo y estaban amontonando unas bolsas de color café. Me las pusieron todas enfrente, yo esposado contra la muralla, y me dijeron 'todas estas pruebas tenemos en contra tuya'", afirmó.
Cofré también aseguró que no conoce las razones de su procesamiento. "Será porque era la única persona que estuvo ahí físicamente, o porque no tengo recursos y vengo de una familia pobre que no tenía cómo defenderme", añadió.
"No se están metiendo conmigo, sino que Dios me respalda. Que inventen y digan lo que quieran", añadió.
Sobre la presencia de células epiteliales (de la piel) suyas en un atizador utilizado para golpear a Hagan, el ex vigilante dijo que recodaba haber tomado un instrumento de este tipo "una o dos semanas después de que entré a trabajar" al colegio, antes del crimen.
En cuanto al hallazgo de sangre en sus ropas, Cofré dijo que podría provenir "de una espinilla que me reventé, un padrastro (de la uña), o a veces cuando uno estornuda sale sangre de la nariz".
También dijo que la noche en la que ocurrió el crimen notó que del techo del departamento donde vivía la joven salía humo y que golpeó la puerta. "Pregunté si todo estaba bien y de adentro me respondió una persona que dijo 'soy el pololo, venimos llegando recién pero ya me voy'", dijo.
Declaración de trabajadora
El cuerpo de Hagan, quien tenía 22 años de edad, fue encontrado el 5 de septiembre de 2014 en el interior de la habitación que ocupaba en el interior del colegio. Presentaba múltiples golpes y un traumatismo craneoencefálico.
Entre los antecedentes del caso se cuenta la declaración de una trabajadora de limpieza, quien aseguró que vio a la joven cuando salía de su pieza cerrando la puerta, para regresar poco después y sin volver a salir. "Esto era lo extraño, ya que antes me permitía entrar sin problemas para hacer el aseo", indicó.
También relató haber visto un par de bototos que no corresponderían al calzado que usaba la psicóloga estadounidense.
Durante la investigación del caso el fiscal a cargo, Miguel Ángel Velásquez,
fue denunciado en julio por supuesta obstrucción a la justicia por la defensa del imputado.
Según la defensa, cinco sospechosos fueron sobreseídos pese a que la huella digital de uno de ellos fue hallada en el interior del departamento.
No obstante, la fiscalía indica que los rastros celulares en el atizador utilizado para golpear a la joven estadounidense y los rastros de sangre serían concluyentes en cuanto a la culpabilidad de Cofré en el caso.
