El relator se refirió al proyecto de ley de Control Preventivo de Identidad. "El peligro que conlleva es mucho más que el beneficio", afirmó.
EFE
SANTIAGO.- Tras su visita de 10 días en Chile y su posterior evaluación sobre el respeto de los derechos humanos en el país, el relator especial de las Naciones Unidas, Maina Kiai, afirmó que la mayor de las amenazas corresponde a la existencia de "vestigios de la dictadura" que aún permanecen en la realidad nacional.
"Chile ha logrado grandes avances desde su retorno a la democracia hace 25 años (...) sin embargo, aún persisten vestigios de antaño que no tienen cabida en el Chile de hoy", afirmó el representante.
Kiai estableció además que su gran preocupación es que la arista más afectada por dichos "vestigios" es el actuar de la policía en las diversas manifestaciones.
"Ha habido brutalidad policial en protestas de estudiantes", enfatizó, y agregó que también se ha registrado violencia excesiva en las movilizaciones de la comunidad mapuche.
"La policía tiene el deber de distinguir entre quienes se manifiestan y quienes producen actos de violencia (...) estos elementos se deberían aislar de la protesta y ser tratados acorde al Estado de Derecho", dijo el representante. Además, hizo mención a la necesidad urgente de cambio de actitud de las fuerzas policiales.
Asimismo, Kiai se refirió al proyecto de ley de Control Preventivo de Identidad. Sostuvo que mantiene dudas sobre su real eficacia y que pedirá a la Presidenta Bachelet que retroceda en su tramitación. "El peligro que conlleva es mucho más que el beneficio que las personas creen que tendrá. La experiencia en otros países lo demuestra", dijo.
Si bien destacó que el Estado debe actuar para disminuir la delincuencia, afirmó que "tiene que ser de forma amable con los Derechos Humanos".
La directora del Instituto de DD.HH., Lorena Fries, coincidió con las peticiones del relator."Para nosotros no es aceptable esa legislación. Puede ser constitutiva de obstáculos e inhibiciones para el ejercicio del derecho a manifestación pacífica".
"Nos preocupa que más que ser una herramienta eficaz para el control del delito, se convierta en restricción al derecho a reunión (...) no es compatible con los derechos humanos", enfatizó.
El informe final sobre la visita de Maina Kiai será presentado por el propio relator en junio de 2016.