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Jóvenes reincidentes: el 21% de quienes cometieron delitos se declaran "delincuentes"

Uno de cada dos adolescentes infractores de la ley ha estado recluido en al menos una oportunidad. Un entorno social negativo, la baja educación y sanciones poco efectivas potenciarían la conducta delictual.

06 de Octubre de 2015 | 19:35 | Emol
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Cristian Soto Quiroz, El Mercurio (foto de referencia)
SANTIAGO.- El entorno social, la carencia de educación y penas que no logran disuadir. Éstos son los principales factores que aumentarían la conducta delictiva en jóvenes, según detectó el "Estudio de Trayectorias Delictuales" elaborado por el Instituto de Sociología de la Universidad Católica e impulsado por la Fundación San Carlos de Maipo.

Según la investigación, uno de cada dos adolescentes infractores de la ley ha estado recluido al menos en una oportunidad, ya sea por condena o por prisión preventiva. Incluso, un 21% del total de los encuestados se definió a sí mismo como un "delincuente".

El entorno


Uno de los potenciadores de dicha actividad delictual en los jóvenes es el factor social. El sondeo arroja que sería la familia y los amigos los que inciden de forma directa en la relación del adolescente con la ley.

De hecho, el 38% de los encuestados señalaron que la mayoría de sus amigos delinquen y un 73% expresó que al dejar de ver a sus amistades, abandonó este tipo de conductas.

"Tener amigos y colegas que no estén insertos en conductas delictuales, favorece un proceso de desistencia subjetiva exitoso o al menos, evita el aumento de la identidad delictiva", aseguró Marcelo Sánchez, gerente general de Fundación San Carlos de Maipo.

Asimismo, un 48% dice tener mucho en común con las personas que cometen delitos y un 39% se siente acogido por sus amigos que cometen algún tipo de acto ilegal.

"Se observa la importancia de los modelos conductuales, tanto como un referente negativo, como un recurso a la hora de detener trayectorias delictivas", explicó Sánchez.

Educación


El sondeo también reflejó que los bajos niveles de educación afectan de forma determinante en la iniciativa delictual de los jóvenes. Un 33% de quienes han cometido un acto de este tipo tiene educación básica incompleta y un 31% media incompleta.

En el mismo sentido, el hecho de mantener un trabajo evitaría el incremento de conductas irregulares. Según el estudio, un 65% de los jóvenes que trabajaron jornada completa, desistieron de realizar un delito.

Sanciones poco eficaces


Sánchez destacó que la alta identificación de los jóvenes con éste tipo de accionar, trae como consecuencia la duda razonable sobre la efectividad de las sanciones que reciben los adolescentes.

"Surge el legítimo cuestionamiento sobre si las condenas actuales cumplen con el objetivo de ser disuasivas para aquellos que aún no son condenados y/o para aquellos que ya han cometido delitos. Se podría decir que para un grupo de jóvenes el recibir una condena es consistente con lo que ellos y su grupo esperan que ocurra", afirmó.

Además, enfatizó en que dicha sensación de normalidad del delito, "podría tener relación con las altas tasas de reincidencia delictual en los jóvenes que cumplen condena en el Sename, las que es de alrededor del 50% a los 24 meses de haber terminado con su condena".
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