SANTIAGO.- El cajero de Servipag Pablo Ramírez, quien fue víctima de un
atentado incendiario durante un asalto en julio pasado, dijo que la recuperación tras el ataque ha sido más complicada de lo que pensó en un primer momento, tanto por los dolores físicos como por el estrés post traumático tras el ataque.
"Estoy con tratamiendo diario en la mutual con un grupo multidisciplinario de especialistas, terapeutas ocupacionales, psicólogos y psiquiatras", dijo al diario La Estrella de Concepción el trabajador, quien agregó que el proceso es agotador, "tomo 11 pastillas en el día para poder estar bien".
Según SoyChile, Ramírez explicó que "sabía que iba a ser un proceso largo, pero otra cosa es estarlo viviendo", y recalcó que los mayores dolores se producen por la pérdida de tejido muscular en sus brazos, para lo que utiliza bandas compresoras que atenúan el dolor.
Pablo Ramírez admitió que "ultimamente he estado bastante desganado y desmotivado en varios aspectos", pero también reconoció que ha estado bastante acompañado por su familia en el proceso y que ha aprovechado el tiempo para estar con su hijo.