Nelly Díaz es la presidenta del gremio desde el 2009 y trabaja hacer 35 años en el Registro Civil.
Christian Zapata, El Mercurio
SANTIAGO.- En medio del anuncio de una próxima "radicalización" del paro que protagonizan los funcionarios del Registro Civil, la dirigenta Nelly Díaz, afirmó que no planifican la ocupación de las instalaciones de ese servicio, aunque consideró posible que las autoridades ordenen el desalojo de las oficinas.
"Creo que van a venir los desalojos y los detenidos, pero estamos preparados. El día que nos detengan este paro se va a encender más", advirtió la presidenta de los funcionarios, en declaraciones recogidas por un reportaje publicado en el diario
"El Mercurio".
Díaz afirma que no milita en ningún partido y se define como "totalmente idependiente" políticamente. Dirige la Asociación de Funcionarios del Registro Civil desde 2009, y completa 35 años de labor en la entidad.
Ha dirigido el gremio durante tres períodos, y en la última elección obtuvo 80% de los votos en un universo de 3.100 funcionarios (2.800 asociados). De ellos, 70% son mujeres.
Incluso durante la movilización, la dirigenta sigue con su costumbre de presentarse en las oficinas del servicio a las 7:00 de la mañana.
Su constante contacto con los empleados de la entidad es, según cercanos, uno de sus secretos para mantener el apoyo en una paralización que ya arrastra 1 millón 500 mil trámites sin realizar y genera creciente descontento entre los usuarios.
En los últimos días, uno de los exasperados solicitantes de documentos le gritó "¡vuelvan a trabajar!" cuando la dirigenta ingresaba a la sede del organismo. "A ver, dígamelo en la cara, pues, y le explico por qué no estamos trabajando", le retrucó.
Ante la falta de respuesta, Díaz comenta que "se achunchó el caballero", con una voz queda que difiere de sus ya famosas intervenciones, megáfono en mano, durante la paralización.
Los comienzos de "la Nelly"
"La Nelly", como le dicen sus compañeros de oficina, llegó al Registro Civil en 1981. Tuvo que dar una prueba en la que midieron su capacidad para resolver las cuatro operaciones matemáticas básicas. También tenía que demostrar su dominio de la máquina de escribir.
No le gusta hablar de su vida personal. Vive en San Bernardo con su marido y dos hijos, uno de ellos estudiante en la universidad y otro en el liceo. Pero no dice sus nombres. "No los quiero mezclar con esto", argumenta.
Nacida en una familia humilde de Rancagua, su padre fue obrero de Endesa y su madre dueña de casa, y tuvo que empezar a trabajar a los 14 años para ayudar a mantener a sus hermanos.
Más tarde cumplió su enseñanza media en las noches, mientras de día trabajaba en una tienda de ropa "sacando las hilachas de las prendas", rememora.
Hoy trabaja en la oficina de internet del Registro Civil, donde le corresponde responder los reclamos de los usuarios a quienes no les funcionan los trámites en la web, consigna la nota periodística.
En 2012, la dirigenta sufrió un accidente cerebrovascular que paralizó el lado izquierdo de su cuerpo. Pese a que una neuróloga le recomendó dejar su cargo gremial, no le hizo caso.
"Siempre he dicho que un dirigente se muere cuando decide morirse", afirma.
