SANTIAGO.- La dificultad de la mujer para conciliar su dedicación al trabajo y a la familia es una carga que aún pesa fuertemente sobre las chilenas.
Al menos eso es lo que quiso mostrar la encuesta Bicentenario 2015 U. Católica - GfK Adimark, que afirma que los chilenos perciben que es la mujer la que carga con la responsabilidad principal del cuidado de los hijos y las tareas domésticas. Expertos proponen fórmulas para cambiar este escenario.
Según la el estudio, realizado entre 2.018 mayores de 18 años de todos los estratos socieconómicos y regiones del país—,
el 53% de las personas considera que la familia se descuida si la mujer trabaja a tiempo completo. Esta percepción es levemente mayor entre las mujeres (55%) que entre los hombres (51%).La opinión coincide con dos realidades del mundo del trabajo en Chile: solo 48,3% de las mujeres en edad laboral trabaja, cifra que nos sitúa entre los países con menor tasa de participación laboral femenina de la OCDE. Y, según datos del INE, una de cada tres mujeres que no trabajan señalan razones familiares como causa, señala "El Mercurio" en su edición de hoy.
A juicio de Elisa Ansoleaga, coordinadora del Programa de Estudios Psicosociales del Trabajo de la Facultad de Psicología de la U. Diego Portales, el escenario que refleja la encuesta tiene que ver con la asignación de roles sociales y la división sexual del trabajo.
"El cuidado de la familia y las labores domésticas siguen viéndose como una responsabilidad principal de las mujeres, lo que implica costos en términos de bienestar subjetivo y posibilidades de desarrollo".
Lenta evolución
Una década atrás, sin embargo, eran aún más (62%) quienes percibían que el trabajo de la mujer interfería con el cuidado de la familia.
Eduardo Valenzuela, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UC, atribuye el cambio a "un aumento de la participación femenina en el mundo laboral, con mayor proporción de mujeres jóvenes y más escolarizadas, que balancean mejor la relación familia y trabajo, porque tienen menos hijos y mejores empleos".
53%
de los encuestados considera que la mujer descuida a la familia si trabaja a tiempo completo
Pese a ello, Ansoleaga cree que un cambio sustantivo en la percepción solo se verá dentro de dos décadas, con las generaciones de quienes hoy son niños.
"Lo que hemos visto en una década es una avance lento y moderado. Para generar un cambio, tenemos que transitar a un cambio cultural", argumenta.
Coincide María Inés Salamanca, encargada en Chile de ONU Mujer. A juicio de la experta, para apoyar este cambio cultural se requiere el compromiso de todos los actores de la sociedad.
"Los datos muestran que la sociedad en conjunto debe avanzar hacia una economía del cuidado con mayor igualdad de género", señala Salamanca.
Eso, agrega, implica que "la carga de trabajo en el hogar y en las familias —no solo del cuidado de los hijos, sino de los adultos mayores y personas enfermas en los hogares— esté mejor distribuida entre hombres y mujeres".
A nivel familiar, agrega Ansoleaga, esto implica transmitir desde la temprana infancia a niños y niñas modelos de corresponsabilidad en las labores domésticas y de cuidado. Esto se va modelando desde la elección de juguetes —que fomenten las mismas capacidades en ambos sexos— hasta las tareas que se les asignan dentro de la casa.
En ese sentido, advierte, las mujeres tienen alguna cuota de responsabilidad en mantener el modelo.
"Muchas veces ellas cierran espacios de participación al hombre, porque sienten que se va a demorar más o no lo va a hacer tan bien como ella".
El mundo del trabajo también tiene un rol que jugar. "Las empresas deberían diseñar políticas de conciliación trabajo-familia pensando no solo en las mujeres, sino también en los hombres, de lo contrario se reproduce el modelo de división sexual del trabajo", dice Ansoleaga.
Una buena señal, rescata Salamanca, son las empresas que han incorporado políticas de igualdad de género. "Pero también es importante escuchar a nuevas generaciones de hombres trabajadores que están pidiendo en sus empresas derecho al cuidado de sus hijos".
"A medida que disminuya la presión familiar sobre las mujeres —los hombres tienen bastante que decir al respecto— y mejoren las condiciones laborales en tiempo disponible y remuneración, la aceptación del trabajo femenino debería avanzar", concluye Valenzuela.