WASHINGTON.- El jefe de la inteligencia estadounidense, James Clapter, indicó este lunes en Washington que no había "signos por el momento" de que un acto terrorista fuera el origen de la caída del avión ruso en el Sinaí.
Clapter, director nacional de inteligencia (DNI), consideró además "improbable" que el grupo Estado Islámico cuente con los medios para derribar un avión comercial en vuelo, precisando no obstante que no podía aún "excluir" esa posibilidad completamente.
La compañía aérea dijo que el Airbus 321 cayó debido a factores "externos", y que la desintegración del aparato en el aire no se debió a "ningún fallo técnico o error de pilotaje".
Tanto El Cairo como Moscú descartaron una reivindicación de la rama egipcia del grupo Estado Islámico (EI) en el sentido de que había derribado el avión que el sábado se dirigía desde el balneario egipcio de Sharm el Cheij a Rusia y en el que murieron las 224 personas que iban a bordo.
Investigadores están analizando todas las posibles causas de la tragedia mientras registran el remoto lugar de la península de Sinaí donde cayó el aparato, en el marco de la investigación que realizan las autoridades egipcias pero en la que también participan expertos de Rusia, Airbus e Irlanda, donde el avión estaba registrado.
Otros responsables estadounidenses también subrayaron que era imposible por ahora establecer un vínculo con un acto terrorista.
"No tenemos nada por ahora para corroborar una conexión con el terrorismo", declaró Nicholas Rasmussen, director del Centro nacional antiterrorista estadounidense (NCTC).
"No hemos visto ningún informe que apoye" las reivindicaciones del EI, indicó por su parte la portavoz del Departamento de Estado Elizabeth Trudeau.
Un responsable estadounidense del Departamento de Defensa también manifestó su "escepticismo" en relación a la hipótesis de un misil lanzado por el grupo Estado Islámico (EI).
A priori, éste no tiene misiles tierra-aire que puedan interceptar un avión a esa altitud, aseguró.
En la catástrofe aérea, la peor jamás registrada por Rusia, murieron los 217 pasajeros y a los siete miembros de la tripulación del aparato.
El "avión estaba en excelente estado técnico" y la "única causa posible (del accidente) es una acción externa", aseguró el lunes Alexandre Smirnov, un ejecutivo de alto nivel de Metrojet.