Cerca de dos horas duró la declaración del cardenal Ezzati ante la justicia.
Agencia Uno
SANTIAGO.- Por dos horas se extendió este jueves la declaración del cardenal Ricardo Ezzati, en el marco de la demanda contra el Arzobispado de Santiago presentada por las tres víctimas de Fernando Karadima por los supuestos actos de encubrimiento en materia de abusos sexuales.
La diligencia se llevó a cabo en el despacho del ministro Juan Manuel Muñoz y ante la presencia del abogado de la Iglesia, José María Eyzaguirre, y el patrocinador de la demanda -que representa a James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo- Pablo Hermosilla.
Tras el interrogatorio -que incluyó 35 preguntas- el arzobispo de Santiago dijo que "la Iglesia no ha tenido la postura de encubrimiento de abusos", negando de esta manera las acusaciones de las víctimas de Fernando Karadima.
"Contesté todas las preguntas que me hizo y espero que esto haya servido y sirva para clarificar cada vez más, la postura de la Iglesia, que es una postura de amor a la verdad, de comprensión hacia las víctimas, y que es búsqueda de un camino nuevo de reconciliación y acercamiento" recalcó.
Asimismo, se refirió a los correos con el monseñor Francisco Javier Errázuriz, detallando que "esos son públicos, los pueden ver y juzgar si lo que se dice allí, es ofensivo".
También negó que la Iglesia no haya apoyado a las víctimas de abusos cometidos por sacerdotes enfatizando que siempre "ha hecho lo correcto".
Por último, llamó al ex párroco de El Bosque a prestar declaración en la causa -está citado para el 11 de noviembre- y "en conciencia, decir la verdad".
El cuestionario de Ezzati se suma a una serie de declaraciones de testigos incluidos en un listado de personas que fueron requeridas para deponer sobre los puntos de prueba fijados por el ministro Muñoz.
Para el próximo miércoles 11 de noviembre, en tanto, está programado que declare Karadima, mientras que el 20 del mismo mes, lo haría el obispo de Osorno, Juan Barros, en Valdivia.
Todo ello, enmarcado en la etapa probatoria de la demanda que comenzó en octubre y que busca una indemnización por perjuicio de 450 millones de pesos.
Esto, porque según alegan, la Iglesia y sus autoridades cometieron negligencia al encubrir actos de connotación sexual realizados por religiosos.