SANTIAGO.- El alcalde de Ñuñoa, Andrés Zarhi, denunció este viernes que su antecesor en el cargo, Pedro Sabat (RN), quien renunció por motivos de salud, dejó una deuda de alrededor de $2.500 millones en el municipio, por concepto de cuentas de luz, construcción y proveedores.
En entrevista con Radio Bío Bío, el edil lamentó que durante el mes que lleva a cargo de la alcaldía han habido "muchos proyectos que queremos impulsar, pero que, desgraciadamente, se van a ver un tanto frenados por un tiempo, porque tenemos que sanear esto".
Sobre los motivos de la deuda, Zarhi explicó que en la administración anterior "estudiaron un presupuesto que, como dicen técnicamente, estaba inflado. Los presupuestos tienen que ser balanceados, o sea, esto voy a tener para el ingreso y esto puedo gastar. El presupuesto era 68, pero los ingresos eran bastante menos que eso".
En cifras, el jefe comunal señaló que a la distribuidora de energía se le adeudan cerca de $600 millones en cuentas no pagas, otros $600 millones a una constructora por la ampliación de la Clínica Ñuñoa y a proveedores pequeños.
"Se tomaron malas decisiones en varios sectores (…), se hicieron inversiones que no debieron haberse hecho, se gastó en cosas que no debieron se excedió en los gastos", indicó.
Finalmente, el edil aseguró que no ha mantenido contacto con Sabat para conocer detalles de la situación, "Ni le he dicho ni me ha dicho, porque no hemos tenido contacto", dijo, junto con subrayar que "las veces que él ha aparecido en televisión me ha atacado y creo que no corresponde".