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Comunidades musulmanas en Chile muestran total rechazo a atentados del Estado Islámico

Coinciden en señalar que los bombardeos sobre posiciones en Siria pueden generar más violencia y temen la muerte de civiles inocentes. Analizan lo ocurrido en París y dicen que nada tiene que ver con su religión.

17 de Noviembre de 2015 | 05:00 | Emol

SANTIAGO.- "Lo que ellos están haciendo es crear terror. Yo no los considero musulmanes", dice Mohammad Said Rumie, vocero del Centro Islámico de Chile y de la Mezquita As Salam, de Ñuñoa, cuando se refiere a los atentados perpetrados por el Estado Islámico (EI).

Rumie, quien participa —representando a su credo— de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR), sostiene que "el Corán dice que aquel creyente que mate a una persona inocente es como si matara a toda la humanidad".

De antepasados sirios, según informa "El Mercurio", que llegaron a Chile hace más de 100 años, dice que su comunidad en Chile condena de manera absoluta estos hechos de violencia y que el islam, por el contrario, "invita a la clemencia, a la paz y a la justicia".

En ese sentido, se lamenta de que "la gente tiene un gran desconocimiento" de su religión, y dice que no tiene nada que ver con las acciones del EI, a las que califica de "barbarie".

Añade que muchas personas ven televisión y creen que los musulmanes son "violentos y barbudos. Son estereotipos que no corresponden a la realidad".

Pone su propio ejemplo: "Yo vengo de una familia donde la mayoría son cristianos. ¿Dónde está la supuesta intolerancia de los musulmanes?".

Afirma que existe también una responsabilidad de Occidente en el desarrollo de esta compleja situación. "Hoy día estaba viendo a un candidato a Presidente de Estados Unidos, quien criticaba que Obama haya participado junto con Inglaterra y otros países en la creación del Isis. En un principio, Isis fue financiado y entrenado por EE.UU. Hubo campamentos en Turquía y en Jordania. Se trataba de sacar del poder a Bashar al Assad, que estaba en la lista del eje del mal que había que combatir".

"Las víctimas diarias de estos grupos son los propios musulmanes"


Desde su perspectiva, los actuales bombardeos de Francia sobre puntos de Siria donde actúa el Estado Islámico "van a agregar más violencia. Van a seguir muriendo civiles. Creo que esa no es la solución".

Rumie es sunita, rama islámica mayoritaria en el mundo. En Chile también existen musulmanes chiitas, reunidos en el Centro de Cultura Islámica, ubicado en Las Condes. Su vocero es el Sheij Feisal Morhell.

"Condenamos enérgicamente estos hechos, alejados de cualquier sana lógica humana. Ninguna tradición religiosa acepta esto, ninguna ideología civilizada", asegura Morhell.

Por lo mismo, aclara que repudian los atentados en París, tanto como "repudiamos la masacre que se comete diariamente en las regiones musulmanas".

Es nieto de inmigrantes sirios que llegaron, dice, hace un siglo a Argentina. En los últimos cinco años, debido a la lucha que lleva a cabo Siria con el llamado Estado Islámico, ha perdido a tres parientes: tres primos con los que tenía contacto.

"Las víctimas diarias y continuas de estos grupos somos los propios musulmanes (...) por eso aparecen los refugiados que buscan escapar del terror", dice.

Tanto Rumie como Morhell coinciden que no han sentido que sus comunidades sean discriminadas o mal vistas después de los hechos acaecidos en los últimos meses, pero dicen que se debe informar a la población para evitar relacionar a su religión con los atentados de los terroristas del Estado Islámico.

Filial en La Araucanía: "La sociedad chilena es inclusiva, hay bastante apoyo y comprensión"


El líder de musulmanes en Temuco no teme a prejuicios. "Esto viene de la mano de personas que podríamos decir son ajenas totalmente al islam. El Daesh, como denominamos a este grupúsculo, no es para nosotros una organización de carácter islámica", sentencia.

Manuel Arismendi, presidente de la filial Temuco de la Comunidad Islámica, formada hace un año, es igual de enérgico a la hora de repudiar lo ocurrido en París. Y, como sus pares en otras ciudades del país, cataloga lo ocurrido el viernes como "un acto alejado de toda humanidad. El sagrado Corán determina que matar a un inocente es como matar a toda la humanidad, y es lo que nosotros sostenemos".

En La Araucanía, son unos 90 los musulmanes residentes, según sus cálculos. Dice no temer el surgimiento de prejuicios o resquemor de parte del resto de la comunidad, porque se consideran tan chilenos como el resto, "nacidos y criados en nuestro país, con plenos derechos".

"No tenemos ningún temor porque estamos llevando adelante un trabajo de difusión y la gente lo ha entendido así. La sociedad chilena es una sociedad inclusiva, hay bastante apoyo y comprensión", enfatiza.

Arismendi asegura que del total de personas que profesan el islam en el país, un 20% corresponde a inmigrantes de primera generación. Al resto se les denomina musulmanes "conversos", que parten de una segunda o tercera generación.

Ali Belkaria, marroquí de Coquimbo: "Esto no favorece en nada a los musulmanes, sino todo lo contrario"


Cuenta que su motivo para arraigarse hace 10 años en la Región de Coquimbo fue el amor. Procedente de Casablanca, Marruecos, Ali Belkaria (35), de profesión eléctrico y artesano de oficio, es dueño de una historia cada vez más recurrente gracias a las tecnologías de la información: conoció a su esposa chilena gracias a internet.

"Ahora tengo una familia, hijos e hijas, y es el fruto de nuestro amor", dice.

A la hora de referirse a esta tragedia, se toma una pausa antes de contestar por qué suceden estos hechos.

"El enemigo del ser humano es la ignorancia. El islam, como religión y forma de vida, prohíbe a los musulmanes matar a un alma. El islam como religión lleva un mensaje de paz", detalla a los pies del Centro Mohammed VI para el Diálogo de las Civilizaciones, recinto que lo recibe para orar todos los viernes en los últimos siete años, cuando fue inaugurada la tradicional y turística "Mezquita de Coquimbo".


Ubicada en calle Los Granados, en plena parte alta de la ciudad, la estructura de 722 m2 de construcción cuenta con una altura aproximada de 40 metros, apreciable desde distintos puntos del puerto, incluso desde La Serena. Su objetivo es promover en general la cultura araboislámica y la marroquí en particular, mediante charlas, talleres y visitas guiadas.

En el lugar, Belkaria no oculta estar agradecido de Chile, donde asegura que nunca ha sufrido discriminación. Confiesa haber sido protagonista de gestos “ofensivos” a algunos de sus pares, pero puntualiza que “la ignorancia” es el razonamiento que motiva esos actos.

"Todo musulmán que sigue al profeta Mohamed tiene que seguir sus pasos, como los cristianos siguen a Jesús y como los judíos siguen a Moisés", precisa.

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