SANTIAGO.- "Horrorosa". Así calificó este sábado Juan Carlos Cruz -una de las víctimas de Fernando Karadima- la declaración que ayer entregó el obispo de Osorno, Juan Barros, ante el ministro de Valdivia, Marcelo Vásquez, en el marco de la demanda contra el Arzobispado de Santiago por supuestos actos de encubrimiento de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
"Es espantosa y frustrante", agregó en conversación con
Emol desde Estados Unidos, insistiendo en que el sacerdote miente al negar haber tenido conocimiento de los abusos que cometió el ex párroco de El Bosque.
"Él (Barros) era un sicario de Karadima y hoy tiene la desfachatez de negarlo, diciendo -incluso- que las cosas que se dicen en su contra son gravísimas", afirmó.
Por ello, dice, "si tanto he mentido, entonces lo llamo a que me denuncie por injurias y calumnias".
Asimismo, aseguró que "cada palabra de esa declaración es una mentira, yo vi como se toqueteaban (con Karadima) y cómo se daban besos, así como él también veía cosas y abusos".
En este escenario, el periodista anunció que, a pesar de su rechazo a los dichos de Barros y a su designación como obispo, espera poder reunirse con él la próxima semana, durante su viaje a Osorno que contempla -además- un encuentro con las agrupaciones que piden la salida del sacerdote.
"Quiero juntarme con él ya sea con gente o solo, pero pienso que nunca se va a atrever porque es un cobarde", puntualizó.
Cruz, junto a James Hamilton y José Andrés Murillo, demandaron al Arzobispado de Santiago porque, según alegan, la Iglesia y sus autoridades cometieron negligencias sistemáticas al momento de abordar las denuncias de agresiones sexuales en contra religiosos, y específicamente de Karadima, condenado por el Vaticano a una vida de penitencia y oración.
Por ello, buscan una indemnización por perjuicios de $450 millones, los que serán utilizados para fines benéficos y en ayuda a otras víctimas de abusos sexuales cometidos por religiosos.