Esta es una de las últimas imágenes de Corbalán, en junio de 2012, en la reconstitución de escena de la muerte del dirigente PC Víctor Huerta.
Felipe Ignacio González, El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- Muy demacrado y descompuesto observaron al ex agente de la CNI Álvaro Corbalán en su primer fin de semana en la Cárcel de Alta Seguridad.
Solo dos personas pudieron verlo; ambas, abogados. El primer recluso de Punta Peuco en ser trasladado a otro centro penitenciario -lo que ocurrió el viernes por la mañana, porque le encontraron un celular por tercera vez- contó que lo llevaron en medio de un gran despliegue de Gendarmería, con tres o cuatro carros y motos, incluidas balizas.
Dijo a los abogados que la medida fue tan sorpresiva que incluso no le dieron tiempo ni permiso para llevar un cepillo de dientes ni tampoco los siete medicamentos que toma a diario, y partió con lo puesto.
Pifias y gritos
Según informa hoy
"El Mercurio", relató que cuando lo introdujeron a la cárcel lo pifiaban y le lanzaban gritos ofensivos. Fue por ello que -dijeron los abogados- decidió rechazar la salida al patio, a que tiene acceso una hora en la mañana y una hora en la tarde. Corbalán se encuentra en el cuarto piso de la CAS y es el único recluso en ese área, que cuenta con otras celdas.
Inicialmente, funcionarios de Gendarmería dijeron a los abogados que las instrucciones eran que los recibiera ante la presencia de un gendarme, pero estos le respondieron que esa medida no estaba en ningún reglamento y que atentaba contra el secreto profesional que deben mantener dichos profesionales. De modo que el gendarme se instaló a observar el encuentro detrás de un vidrio.
"La punta del iceberg"
El ex agente apareció con tres hojas escritas. Ya estaba preparando su argumentación para protestar por su traslado, hecho que considera "absolutamente fuera de reglamento", contaron.
Ello, puesto que si bien el artículo 28 del decreto 518 de Establecimientos Penitenciarios indica que el traslado de reos podrá adoptarse "en razón de la reincidencia, tipo de delito, de reiteradas infracciones al régimen normal de los establecimientos penitenciarios, de requerimientos sanitarios, y de otros antecedentes de carácter técnico que lo hagan necesario", su sanción la considera "absolutamente desproporcionada".
Argumenta que los mismos programas de televisión han mostrado cómo hay abogados que en la cárcel pública introducen celulares y, "a diferencia de esos presos que los reciben, que los utilizan para estafar desde la cárcel y hacer el cuento del tío, yo los usaba para hablar con mi familia y no para delinquir", les aseguró.
Anteayer terminaba un discurso que enviaría para que lo leyeran hoy en el Círculo Español, donde se celebraría el natalicio número 100 del general (r) Augusto Pinochet (el 25 será el homenaje oficial, en Los Boldos).
En ese escrito daría una reseña de lo que está viviendo y plantearía sus hipótesis. Piensa que su traslado es "la punta del iceberg". Cree que él no será el último, sino que terminarán llevando a otras cárceles a otros presos emblemáticos de Punta Peuco.
Algunos celebran su salida de Punta Peuco
En el Círculo de Generales en Retiro hay distintas opiniones. Muchos celebran que Álvaro Corbalán haya salido de Punta Peuco, donde están uniformados que cumplen pena por causas de derechos humanos. Consideran que era el único que creaba conflictos públicos en ese presidio, poniendo en riesgo a los demás reos de ese penal.