SANTIAGO.- "El 80% de la carga transferida por el puerto -superando las tres millones de toneladas al año- tienen origen y destino en Bolivia. Y por Arica pasa el 40% de todo el comercio exterior boliviano". Así resumió ayer el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, la importancia del terminal para el vecino país y también para esa región del norte.
El secretario de Estado, junto al titular de Obras Públicas, Alberto Undurraga, y más de 400 invitados de 30 países, que incluyen a ejecutivos de puertos de toda América, entre Canadá y la Patagonia, además de invitados de Europa, representantes de navieras y del Banco Interamericano de Desarrollo, participan esta semana en Arica en un encuentro internacional de autoridades portuarias.
Los principales temas son la sustentabilidad y el desarrollo del sector en América Latina.
Y aprovechando la vitrina internacional, Francisco Javier González, presidente del directorio de la Empresa Puerto Arica, organizadora del evento, señaló que uno de los objetivos es "mostrar el puerto al mundo, con sus particularidades únicas en Chile -y en gran parte del mundo-, como estar casi completamente al servicio de otro país, como Bolivia".
La compañía, y su concesionaria Terminal Puerto Arica, en la última década invirtieron US$ 50 millones en infraestructura y para mitigar la contaminación generada por la transferencia de graneles.
El recinto ubicado en poco más de 20 hectáreas, en el centro de la ciudad y a los pies del Morro, también es desde 2012 el primero de su tipo en el país en medir su huella de carbono, así como el primer terminal con certificación ISO 50001 de eficiencia energética, obtenida hace dos años.
"El Tratado de 1904 establece que Bolivia tiene el más amplio y libre tránsito. Un año de almacenamiento gratuito para importaciones y 60 días para exportaciones", añadió Gómez-Lobo sobre los beneficios para el vecino país, ante el asombro de los participantes.
Y se suman otros. Tras recorrer los 200 km entre la frontera y Arica, a través de la Ruta Ch-11, los más de 120 mil camiones que el puerto recibe al año son examinados con rayos X en un portal especial, para garantizar que los embarques estén en buenas condiciones y que no tengan otro tipo de cargamento; por ejemplo, drogas. Otros productos, como minerales, son mantenidas en galpones herméticos y otras más frágiles, como maderas, al interior de contenedores.
Desde este año, además, funciona en Lluta, a 11 km del puerto, un antepuerto donde los camioneros bolivianos tienen estacionamientos, seguridad, baños, alimentación y áreas de descanso. También se programan los ingresos a la ciudad para no generar congestión vehicular.
"Bolivia tiene facilidades en Arica, y no está aislado como reclama", señaló Sergio Giaconi, gerente general de la Corporación de Desarrollo de Arica y Parinacota, que agrupa a industriales y empresarios.
"En nuestra región, son más de 12 mil familias las que dependen de la actividad portuaria", añadió la intendenta Gladys Acuña.