SANTIAGO.- El Servicio de Impuestos Internos (SII) concluyó que la empresa Exportadora y de Gestión Caval Limitada, de propiedad de Natalia Compagnon y Mauricio Valero - ambos querellados- provocó un perjuicio fiscal de $118.872.912.
Esto, según se detalla en la querella interpuesta el lunes por el organismo y que ayer fue declarada admisible por el Juzgado de Garantía de Rancagua, se debe por registrar en su contabilidad y posteriormente incorporar en sus declaraciones de Impuesto a la Renta facturas falsas emitidas de Inversiones Lo Beltrán Limitada (que pertenece al ex UDI Patricio Cordero y a su esposa, Paulina Besserer). Esto entre los años comerciales 2012, 2013 y 2014.
Según el ente, los servicios "nunca fueron prestados, con el objeto de rebajar indebidamente su base imponible".
Compagnon y Valero están querellados por declaraciones maliciosamente falsas, al incorporar facturas falsas (por trabajos no realizados). También por omisión maliciosa de ingresos y la facilitación de documentación falsa por servicios no prestados.
En relación a los motivos para establecer el carácter de falsos, Impuestos Internos dice que ni Caval ni Lo Beltrán aportaron antecedentes que acreditara la prestación de los servicios.
"En definitiva, se pudo constatar que los documentos tributarios analizados en la presente querella corresponden efectivamente a facturas falsas emitidas por Lo Beltrán, a solicitud y con conocimiento de Mauricio Valero, por servicios no prestados".
Al final de su presentación, el organismo hace una mención a la participación de Compagnon, que sería en carácter de representante legal.
Alteración de contratos
Respecto de los contratos aportados por las empresas, para respaldar las facturas, el SII determinó que "fueron predatados (se cambiaron fechas) bajo el conocimiento de Patricio Cordero y Mauricio Valero".
Cordero, ex administrador municipal de Las Condes y Santiago, prestó declaración ante el organismo y dijo que fue Valero el que habría antedatado los contratos. Al describir su relación con Caval, señaló que esta fue siempre con Valero, y que tanto las facturas emitidas por supuestas asesorías mineras como los documentos emitidos por el proyecto Saydex y Freirina fueron emitidos a petición del socio de Compagnon.
También prestó testimonio ante el SII, Gonzalo Vial Concha, empresario, ya que en 2012 los principales ingresos de Caval provenían de sus empresas. "Caval no prestó servicios a ninguna de las empresas del grupo nuestro, asociados a Freirina", dijo Vial.
Si bien Cordero desconoció la falsedad de las facturas, el SII lo refuta, basándose en un correo electrónico del 03/01/13, en donde se mencionan dos pagos por montos de $60 millones y $20 millones.
La querella en contra de Cordero y su cónyuge, Paulina Besserer, es por facilitar facturas falsas por servicios no prestados a Caval.
El síndico
En el caso del síndico de quiebras Herman Chadwick Larraín -quien se hizo cargo en 2011 del convenio judicial preventivo Wiesner S.A. y quien vendió los terrenos a Caval- se accionó por omisión maliciosa de ingresos, entre los años comerciales 2012 y 2013 por un perjuicio fiscal de $42,9 millones. Esto por no incluir los $55.386.560 que le pagó a su asesor, Juan Díaz, quien fue contratado para gestionar el cambio de uso de suelo de los terrenos de Machalí, "sin respaldo que acreditase o lo justificase de forma fehaciente".
El contrato de estos pagos es de 2011, pero fue "emitido y firmado durante el año comercial 2015", dice el SII.
También se cuestiona que el saldo de $275.885.575 fueran pagados en virtud de una "factura falsa" emitida por GES Consultores Ltda., de la cual es dueño Isaac Givovich -yerno del ex alcalde UDI Joaquín Lavín-, la que fue anulada tres meses después mediante nota de crédito.
Al síndico, además se le imputa no declarar $95.960.200 que recibió como honorario adicional, cuyo pago se hizo a través de la sociedad Vicuña y Compañía.
"Nos fue pedido por el mismo Sr. Chadwick, y nos fue solicitado una vez vendidos los predios, como un premio a su excelente labor", testificó Helga Riffart, esposa del dueño de los predios, Patricio Wesnier.