Ana Lya Uriarte, jefa de gabinete de la presidencia.
Alex Moreno, El MercurioSANTIAGO.- En la declaración que entregó el pasado 11 de enero ante la Fiscalía de Rancagua, Natalia Compagnon admite una serie de pagos por asesorías a Caval, entre ellos a la actual jefa de gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet, Ana Lya Uriarte.
Según declaró la nuera de la Presidenta ante el Ministerio Público, la mayoría de los trabajos de la empresa eran externalizados y en ese sentido se requirieron los servicio de Ana Lya Uriarte.
"También contratamos a Ana Lya Uriarte, porque Gonzalo Vial estaba interesado en comprar la central termoeléctrica Los Guindos y se necesitaba saber si la planta era lo que se ofrecía y se le pagó a ella desde la cuenta corriente de Mauricio Valero", se consiga en la declaración a la que tuvo acceso "Ahora Noticias" de Mega.
Además, reconoce que viajó por intereses comerciales a Miami junto a Valero (su socio). "El viaje fue una mezcla de vacaciones y negocios. Esto fue aproximadamente el año 2012. Después viajé a Miami por vacaciones junto a mi marido", explica.
Respecto del cobro que realiza Juan Díaz al administrador de La Moneda (aludiendo a Cristián Riquelme) por 300 millones de pesos, Compagnon dice que es una deuda que -según él- se le debe por trabajos que hizo a CCU, a lo cual se le pidieron los respaldos de lo que hizo, sus labores y nunca ha enviado (documentos) que lo fundamente.
En cuanto a las conversaciones que mantuvo con el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, tras estallido el caso Caval, la nuera de la Presidenta asegura que intentaron reunirse con el ex personero en varias oportunidades, pero sin éxito.
Cuando finalmente se da el encuentro, recuerda que Peñailillo "le dice a Sebastián (su esposo) que tiene que renunciar en la puerta de la casa, a lo que se negó y señaló que él asumió en La Moneda y que en el mismo lugar renunciaría".
Compagnon recuerda que fue Sebastián Dávalos quien le contó que había pedido que borraran su usuario y password de su computador personal del trabajo para evitar que terceros, Peñailillo o Cristián Riquelme, pudieran manipular la información contenida en el mismo.
"Esto se manejó de manera inexplicablemente deficiente, lo que no da lugar a pensar que son meras desprolijidades", finaliza.