SANTIAGO.- En la zona altiplánica de Tacora, en la Región de Arica y Parinacota se realizó la reconstitución de escena de los homicidios de dos funcionarios de carabineros, quienes murieron el 22 de enero de 2015. El principal imputado, Juan Carlos Quispe Chacolla —de nacionalidad boliviana— fue llevado al sector, pero se negó a participar de la diligencia.
Aunque Quispe no fue parte de los trabajos policiales, igualmente la fiscalía y otras instituciones llevaron a cabo su objetivo. La situación, dirigida por el fiscal de Pute, Mario Carrera, se realizó cerca de la localidad de Chislluma, donde se produjo el enfrentamiento en el que murieron el sargento Germán Cid y el cabo Víctor Godoy. Además, contó también con la participación del Laboratorio de Criminalística, funcionarios de la Brigada de Homicidios de la PDI y efectivos del OS-9 de Carabineros.
"En esta diligencia contrastamos los diversos elementos que hemos acumulado durante la investigación con las declaraciones que nos prestó en su momento el imputado", dijo Carrera.
El persecutor señaló también que Quispe "hizo uso de una facultad como la de guardar silencio. De todas maneras le dimos la posibilidad de cooperar en esta diligencia; sin perjuicio de ello no es que se haya negado absolutamente sino que por el momento decidió no participar".
El imputado fue entregado por habitantes de la localidad de Charaña, Bolivia a carabineros de la tenencia de Visviri, luego de confesar su participación en el crimen de los policías chilenos para evitar un linchamiento.
Según dijo Quispe en su primera declaración, él junto con un ciudadano colombiano se habrían escondido en una pieza en Chislluma Viejo. Tras la llegada de los efectivos, los involucrados dispararon, matando a ambos carabineros. Luego, escaparon a Perú en una motocicleta. Sin embargo, ahora el boliviano niega todo, y actualmente se encuentra en prisión preventiva.